El ejército y la policía israelíes están considerando la compra de sistemas personales antidrones fabricados por la compañía israelí SKYLOCK, parte del Grupo Avnon.
La creciente amenaza que representan los vehículos aéreos no tripulados hostiles y la necesidad de neutralizarlos a distancia ha dado lugar a una carrera para crear dispositivos personales para frenar los aviones no tripulados no autorizados, productos que antes solo se instalaban en los vehículos.
El sistema portátil de KYLOCK pesa solo 1,5 kilogramos y ya ha sido vendido al Ejército de los Estados Unidos y a las fuerzas de la OTAN. Según SKYLOCK, el sistema, que se lleva como un chaleco, es capaz de neutralizar cualquier avión teledirigido a menos de un kilómetro del dispositivo.
El dispositivo incluye un detector de drones y un bloqueador antidrones, que sus operadores pueden determinar si deben usar después de que el sistema les notifica que hay un UAV en su vecindad. Un solo dispositivo tiene un precio de 50 mil dólares.
Las centrales de defensa israelíes Rafael, Elbit y Elta, una división de las Industrias Aeroespaciales Israelíes, venden actualmente productos antidrones, pero son mucho más pesados y cubren mayores distancias. Normalmente se instalan en edificios como mecanismo de defensa en lugares estratégicos, mientras que el dispositivo de SKYLOCK está destinado a fuerzas móviles, como la guardia presidencial o unidades especiales del ejército.