Aproximadamente el 18% de todos los pacientes crónicos no confían en la institución médica que les proporciona instrucciones para su cuidado.
Este es uno de los resultados de una encuesta realizada por Well-Beat, una startup israelí cuya plataforma de compromiso con el paciente combina el aprendizaje automático con la ciencia del comportamiento para personalizar las interacciones entre los pacientes y las organizaciones sanitarias con el fin de obtener mejores resultados.
Las razones de esta falta de confianza, según Well-Beat, pueden ser una falta generalizada de confianza en todo el sistema médico o la desconfianza en una persona concreta del equipo médico. Si se trata de esto último, basta con asignar a otro profesional la tarea de dar instrucciones al paciente para que se produzca un cambio drástico en la disposición a seguirlas.
Los datos del estudio se recopilaron a lo largo de cuatro años de seguimiento de las preferencias de pacientes crónicos en Israel y en el extranjero, de forma directa e indirecta. Los sujetos del estudio eran personas con cardiopatías, diabetes, obesidad, hipertensión u otras afecciones.
Algunos de los resultados también fueron reveladores. Well-Beat descubrió que aproximadamente el 23% de los pacientes crónicos sienten un nivel de ansiedad que les dificulta el funcionamiento y afecta negativamente a su estado, así como a su capacidad para comprender la información que les proporciona el personal sanitario. La ansiedad también afecta a la disposición de los pacientes a seguir las recomendaciones.
“Cuando la ansiedad es muy elevada, los pacientes llegan a veces a ignorar las recomendaciones, como ocurre a veces en los casos de evitar pruebas que podrían salvarles la vida, como mamografías, colonoscopias, etc.”, informó Well-Beat.
“El nivel de ansiedad es un fenómeno dinámico y cambiante, por lo que el terapeuta debe ser consciente del nivel de ansiedad al interactuar con el paciente”.
Well-Beat descubrió además que el 39% de los pacientes crónicos quieren que el médico tome decisiones por ellos y les dé instrucciones sin pedirles su opinión personal.
Otro 36% quiere expresar su opinión pero prefiere que el clínico decida cómo debe actuar, mientras que el 24% quiere consultar con el clínico pero decidir por su cuenta. Sólo el 1% quiere decidir por su cuenta sin consultar.
La investigadora del comportamiento Karen Aharon, cofundadora y directora científica de Well-Beat, afirmó que adaptar los estilos de comunicación a cada paciente -por ejemplo, presentando un determinado tratamiento como una pauta o recomendación- “es de vital importancia para el grado de cooperación y, por tanto, para el éxito del propio tratamiento”.
El SaaS (software como servicio) de Well-Beat está diseñado para adaptar el compromiso del paciente. En un ensayo realizado en el Centro Médico Sheba de Israel, la solución de Well-Beat aumentó en un 300% la asistencia de los pacientes a un programa de rehabilitación cardiaca. En dos proyectos entre poblaciones de ancianos en Estados Unidos, las recomendaciones de Well-Beat ayudaron a duplicar la respuesta a una actividad social que implica salir de la habitación.