Los pacientes que practican regularmente el ayuno intermitente con agua pueden tener un menor riesgo de hospitalización o muerte por complicaciones del COVID-19 que los pacientes que no lo hicieron, según un nuevo estudio publicado esta semana en la revista BMJ Nutrition, Prevention & Health.
Los innovadores resultados fueron realizados por investigadores de Intermountain Health Care que examinaron a 205 pacientes que habían dado positivo en las pruebas del virus. De ellos, 73 dijeron que ayunaban regularmente durante unas 24 horas al menos una vez al mes. Los investigadores descubrieron que los que practicaban el ayuno con regularidad tenían una menor tasa de hospitalización o muerte a causa del virus.
El estudio no tuvo en cuenta el estado de vacunación. Se realizó antes de que las vacunas estuvieran ampliamente disponibles, entre marzo de 2020 y febrero de 2021.
¿Qué es el ayuno intermitente?
Originalmente sólo era común dentro de los grupos religiosos antiguos, el ayuno intermitente ha ganado popularidad como una tendencia de salud en los últimos años. Celebridades como Halle Berry, Terry Crews y Hugh Jackman han hablado de cómo se han beneficiado del ayuno intermitente.
La investigación se llevó a cabo en Utah, donde casi el 62% de la población pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros suelen ayunar el primer domingo del mes sin comer ni beber durante dos comidas consecutivas.
En el judaísmo, la práctica es habitual en determinados días, como el Yom Kippur, en el que se prohíbe incluso el agua durante 25 horas.
Los estudios han demostrado que el ayuno tiene una serie de beneficios, a pesar de su principal contra: el hambre. Entre los beneficios se encuentra la reducción del riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.
El ayuno también puede conducir a la pérdida de peso. Cuando los seres humanos ayunan, o simplemente no pican entre comidas, la insulina desciende, lo que favorece la pérdida de peso, y la idea que subyace al ayuno intermitente es mantener la insulina lo suficientemente baja, durante el tiempo suficiente y obligar al cuerpo a quemar grasa, según Harvard Health Publishing. Los estudios han demostrado que para los seres humanos el ayuno intermitente es “seguro e increíblemente eficaz”, informó Harvard Health Publishing.
El ayuno intermitente no es para todos
A pesar de los aspectos positivos, el investigador Benjamin Horne, médico cardiovascular y epidemiólogo, advirtió que el ayuno intermitente no es para todo el mundo. Dijo que los pacientes estudiados llevaban años practicando el ayuno. Las personas interesadas en empezar deben consultar primero a un profesional de la salud, sobre todo si son ancianos, están embarazados o tienen afecciones como diabetes o enfermedades cardíacas o renales.
Esta práctica no reduce la probabilidad de contraer el coronavirus.
“El ayuno intermitente no se asoció con el hecho de que alguien diera positivo en la prueba de COVID-19, pero sí con una menor gravedad una vez que los pacientes habían dado positivo en la prueba”, dijo Horne.
Horne añadió: “Debería evaluarse más a fondo su posible uso preventivo o terapéutico a corto y largo plazo como enfoque complementario a las vacunas y las terapias antivirales para reducir la gravedad de la COVID-19”.