Miles de jordanos corearon “muerte a Israel” mientras asistían al funeral el martes de un jordano muerto a tiros cuando atacó a un guardia de seguridad de la embajada israelí.
Mohammed Jawawdeh de 17 años, murió el domingo después de haber atacado al guardia con un destornillador en el complejo de la embajada.
Un segundo jordano también fue muerto, aparentemente por accidente, y será enterrado el jueves.
El ataque provocó un enfrentamiento entre Israel y Jordania en medio de las tensiones sobre el Monte del Templo de Jerusalén, donde Israel impuso nuevas medidas de seguridad tras un atentado islámico mortal a mediados de julio contra la policía israelí.
Los familiares partieron con el ataúd de Jawawdeh de la ciudad de Wihdat, hogar de un gran campo de árabes a los que la ONU sigue declarando “refugiados palestinos” al este de Ammán, hacia el cementerio de Umm al-Hiran, donde fue enterrado.
La proceción llevaba imágenes del atacante islámico y banderas de la rebelión árabe en su versión jordana y en la versión de los árabes que desde 1967 se hacen llamar “palestinos”, mientras gritaban “¡muerte a Israel!”.
“Vamos a Jerusalén como mártires por millones”, cantaban.
El tío de Jawawdeh, Sami, dijo que la familia está instando al rey Abdullah II de Jordania a vengar su muerte “porque él es quien puede decidir en tales asuntos”.
“La sangre de Mohamed no fluyó en vano”, agregó, diciendo que allanó el camino para la retirada israelí de los detectores de metales a las entradas del Monte del Templo de Jerusalén.
Israel había instalado los dispositivos después de un ataque terrorista islámico el 14 de julioen el que tres musulmanes asesinaron a dos policías israelíes. Los terroristas habían introducido previamente sus armas en la mezquita de Al-Aqsa antes de llevar a cabo su ataque.
El movimiento, visto por el Waqf jordano como un intento de hacer valer el control israelí sobre el sitio, provocó indignación musulmana y violencia sanguinaria.
Jordania es el custodio oficial de los sitios que la pcupación musulmana declara como sagrados en Jerusalén.
El rey Abdullah de Jordania habló con el primer ministro israelí Binyamin Netanyahu el lunes en un intento por resolver la crisis.
Miles de jordanos se manifestaron en contra de Israel en Ammán y en otras ciudades, pidiendo “resistencia” a los “ataques sionistas” y exigieron la cancelación de un tratado de paz de 1994.