Las FDI y el Shin Bet desbarataron un plan de financiación del terrorismo de Hamás que utilizaba a gazatíes que entraban en Israel por razones humanitarias o con permisos de trabajo y a estudiantes activistas de la Universidad de Birzeit, en Judea y Samaria, según anunció el jueves el portavoz de las FDI en lengua árabe, Avichay Adraee.
El movimiento terrorista utilizaba el plan de financiación para transferir fondos desde la Franja de Gaza a miembros de Hamás en Turquía y para financiar actividades terroristas en Judea y Samaria y Turquía.
Un grupo de estudiantes activistas de la Universidad de Birzeit fueron detenidos en este caso tras ser sorprendidos en posesión de tarjetas de crédito que se utilizaban para transferir fondos ilegales de los dirigentes de Hamás en Gaza a funcionarios de Hamás en Turquía.
El dinero se sacaba de Gaza utilizando personas que entraban en Israel por razones humanitarias o con el objetivo de buscar trabajo. A continuación, los estudiantes de la Universidad de Birzeit retiraban el dinero de los cajeros automáticos de Ramallah y utilizaban los fondos con fines terroristas, entre ellos para financiar a activistas de Hamás pertenecientes al bloque islámico, que se consideran células estudiantiles que trabajan para Hamás en instituciones educativas de Judea, Samaria y la Franja de Gaza.
Las autoridades de defensa toman medidas contra los planes de financiación de Hamás en el último año
El grupo terrorista Hamás ha sido sorprendido en los últimos años utilizando una serie de planes para financiar sus actividades en la Franja de Gaza, Judea y Samaria y el extranjero.
En agosto, el ministro de Defensa, Benny Gantz, firmó el miércoles varias designaciones y órdenes de incautación de bienes, imponiendo restricciones internacionales a 20 partes implicadas en el mecanismo de inversión de Hamás, valorado en cientos de millones de dólares.
Según el Ministerio de Defensa, el sistema de inversiones de Hamás forma parte de la campaña de financiación internacional del grupo terrorista y éste “gestiona de forma encubierta un mecanismo valorado en cientos de millones de dólares a través de una red de empresas internacionales que operan bajo la apariencia de empresas legítimas” que ocultan el control de Hamás sobre sus participaciones.
En marzo, la Policía de Israel y el Shin Bet anunciaron que habían descubierto una trama de financiación de Hamás que había utilizado una plataforma que decía ser una organización benéfica en el este Jerusalén para transferir dinero y apoyo a familias de terroristas. Tres personas emparentadas entre sí del barrio de Sur Baher, en Jerusalén oriental, fueron detenidas inmediatamente después de aterrizar en Israel en febrero, como sospechosas de estar implicadas en la trama.
Uno de los sospechosos del caso, Jaled Sabah, fue nombrado jefe de Hamás en Jerusalén mientras se reunía con los responsables de Hamás Jaled Atoun y Musa Akari en Turquía. A Sabah también se le encargó el reclutamiento de nuevos operativos para Hamás, la recaudación de más fondos y la realización de operaciones adicionales.