Sasha Ariev, cuya hermana Karina Ariev fue capturada por terroristas de Hamás el 7 de octubre mientras servía en la unidad de vigilancia en la base de Nahal Oz, expresó en declaraciones a The Times of Israel que un posible ataque iraní “no nos interesa”.
Ariev desafió a Irán y Hezbolá diciendo: “Adelante, ataquen y acabemos con esto de una vez”, subrayando la urgencia de su lucha por la liberación de las jóvenes rehenes.
Karina Ariev es una de las cinco jóvenes capturadas en la base militar de Nahal Oz, junto con Liri Albag, Agam Berger, Daniella Gilboa y Naama Levy.
Sasha Ariev, quien pronto cumplirá 25 años y es estudiante de neurobiología en la Universidad Hebrea, detuvo sus estudios y trabajo durante los últimos 10 meses para liderar los esfuerzos de su familia en presionar al gobierno para avanzar en un acuerdo sobre la liberación de los rehenes.
La familia Ariev, junto con las otras familias de las rehenes, exigen que el gobierno priorice la liberación de las jóvenes, un punto que fue crucial en la falla del último acuerdo de rehenes, según explica Sasha.
Sasha, que se mudó de vuelta a casa con sus padres tras los eventos del 7 de octubre, comentó: “Estoy tratando de ser el pilar de la familia, de mantener a todos unidos, de levantar la moral, de seguir adelante y de no rendirme”. Regularmente, participa en medios de comunicación tanto israelíes como internacionales y se reúne con diversas organizaciones para discutir la situación de los rehenes.
Los padres de Sasha, Albert e Ira Ariev, enfrentan grandes dificultades, según su hija mayor. Aunque intentan no perder la esperanza, cada día se vuelve más desafiante mientras lidian con la impotencia de no poder liberar a su hija menor, explicó Sasha, quien también organizó un evento comunitario de oración y solidaridad el 5 de agosto en su barrio en Jerusalén, para conmemorar el 20 cumpleaños de Karina en cautiverio.
Sasha describe sus noches como inquietas: “No importa lo que haga durante el día, cuando me acuesto por la noche, después de un largo día, quiero dormir, pero no puedo porque mis pensamientos no se detienen. ¿Cómo puedo dormir si no hemos logrado traer a Karina y a los demás rehenes de vuelta? ¿Cómo puedo dormir si estoy en mi cama y ella sigue siendo una rehén?”.