Los hospitales situados en el norte de Israel están disminuyendo sus operaciones habituales debido al incremento en la frecuencia y alcance de los ataques con cohetes lanzados por Hezbolá contra Israel.
El Hospital Rambam en Haifa, junto con los centros médicos Poriya en Tiberíades y HaEmek en Afula, han anunciado la suspensión de procedimientos electivos como medida de precaución. Además, Poriya ha comenzado a dar de alta a aquellos pacientes que se encuentran en condiciones de regresar a sus hogares.
En respuesta a la creciente amenaza, el Hospital Rambam también ha decidido trasladar su sala de maternidad a un área subterránea fortificada dentro de sus instalaciones, con el fin de garantizar la seguridad de las madres y los recién nacidos.