Con la crisis política sin señales de disminuir en el Líbano, los funcionarios israelíes dijeron el miércoles que han pedido a los socios de la comunidad internacional que condicionen cualquier ayuda al país a los esfuerzos para deshacerse de las armas avanzadas estacionadas allí.
“En conversaciones discretas con varias capitales, dejamos claro que cualquier ayuda destinada a garantizar la estabilidad del Líbano debe estar condicionada a que el Líbano se ocupe de los misiles guiados de precisión de Hezbolá”, dijo un alto funcionario, quien habló a condición de mantener el anonimato. “Cualquier cosa que no sea eso será problemático, a nuestros ojos”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ordenó a los diplomáticos israelíes “en todos los países relevantes”, incluidos los Estados Unidos y Europa, que enfatizaran la necesidad de dejar de proporcionar ayuda al Líbano mientras la organización terrorista Hezbolá, apoyada por Irán, no deje de mejorar sus capacidades militares que podrían apuntar a Israel, añadió el funcionario.
Los mensajes fueron transmitidos a los socios de Israel incluso antes de que estallaran las recientes protestas en el Líbano, dijo el funcionario.
Jerusalén tiene cuidado de no involucrarse en la política interna libanesa, subrayó el funcionario, señalando que cualquier declaración de funcionarios israelíes podría tener efectos negativos.
El Primer Ministro Benjamín Netanyahu advirtió en repetidas ocasiones esta semana que Irán estaba tratando de colocar misiles en toda la región para poder atacar a Israel y otras zonas.
“Irán quiere utilizar a Irán, Irak, Siria, Líbano y Yemen como bases para atacar a Israel con misiles estadísticos y misiles guiados con precisión”, dijo, utilizando un término que se refiere a municiones imprecisas. “Ese es un gran, gran peligro”.
El martes, el primer ministro libanés Saad Hariri dimitió, varios días después de que estallara una ola de protestas en el país, en las que los ciudadanos lamentan el alto costo de la vida y acusan al gobierno de corrupción generalizada.
Los partidarios de Hezbolá arrasaron Beirut inmediatamente después de la dimisión de Hariri.
La masacre llevada a cabo por miembros de Hezbolá marcó un punto de inflexión violento en las protestas del Líbano, que han exigido la dimisión del gobierno y el derrocamiento de la clase política que ha dominado el país desde la guerra civil de 1975-1990. El gobierno está dominado por facciones aliadas con Hezbolá, el poderoso grupo terrorista del país.