El Tribunal Superior de Justicia rechazó el miércoles los recursos presentados contra la demolición de las casas pertenecientes a las familias de dos terroristas palestinos acusados de un ataque mortal a tiros en Ariel en abril.
En su sentencia, el juez Yosef Elron dijo que la demolición de las casas tenía por objeto prevenir futuros ataques y salvar vidas y que, por tanto, era aceptable.
“La demolición de las casas de los recurrentes no tiene por objeto castigarlos por las acciones de los terroristas ni como medio de ‘venganza’, sino para salvar la vida de otras personas y evitar que otras familias experimenten la terrible angustia infligida a la familia de Vyacheslav Golev”, dijo Elron.
Golev, de 23 años, fue abatido a tiros dentro de una caseta de vigilancia en la puerta del poblado de Ariel el 29 de abril por los terroristas palestinos Youssef Sameeh Assi y Yahya Marei, según las FDI.
Golev utilizó su cuerpo para proteger a su prometida, Victoria Fligelman, de la lluvia de balas, salvando su vida. Ambos trabajaban como guardias de seguridad en el asentamiento y solían hacer sus turnos juntos.
El 7 de mayo, las familias de Assi y Marei fueron informadas de que sus casas en la ciudad de Qarawat Bani Hassan iban a ser demolidas y se les dio la oportunidad de apelar la orden.
Como política, Israel demuele las casas de los palestinos acusados de llevar a cabo ataques terroristas mortales. La eficacia de esta política es controvertida en el seno de la seguridad israelí, y los activistas de derechos humanos la han denunciado como un castigo colectivo injusto. La ley israelí no exige que los atacantes hayan sido condenados antes de demoler sus casas.
El ex juez del Tribunal Supremo George Kara, que se retiró del sistema judicial el mes pasado, era conocido por oponerse firmemente a la demolición de casas como medida disuasoria, alegando que “perjudica inevitablemente a los inocentes” y “sirve de castigo colectivo” que no tiene justificación.
Sin embargo, Kara estaba en minoría entre los magistrados del Tribunal Supremo en esta cuestión.
En medio de varios ataques mortales recientes en Israel, Israel también anunció en mayo que estaba revocando los permisos de entrada de más de 1.100 palestinos cuyos familiares estaban involucrados en ataques terroristas.
“Cualquier palestino que piense en elegir el camino del terror debe saber que el atentado que cometa perjudicará gravemente a su familia”, dijo entonces un funcionario.
“Se trata de una herramienta eficaz destinada a disuadir a los potenciales terroristas de llevar a cabo atentados terroristas… El dispositivo de seguridad está trabajando con todos los organismos y a plena capacidad. Nos cobraremos un alto precio por los terroristas, sus cómplices y los que incitan al terror”, añadió otro funcionario.