Israel liberó a 183 terroristas palestinos presos, incluidos 18 que cumplían cadena perpetua por ataques mortales, como parte de un acuerdo de alto el fuego en Gaza tras la liberación de tres rehenes israelíes por Hamás.
De los prisioneros excarcelados, 111 fueron capturados durante la reciente guerra en Gaza, mientras que los otros 72 fueron detenidos antes de la masacre perpetrada por Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023. La Comisión de Asuntos de Detenidos de la Autoridad Palestina informó que entre ellos se encuentran 42 de Judea y Samaria, 3 de Jerusalén Oriental y 27 de Gaza.
Los prisioneros destinados a Judea y Samaria partieron desde la prisión de Ofer y fueron recibidos en Ramallah por multitudes que ondeaban banderas palestinas. Otro grupo fue escoltado hacia Gaza tras salir de la prisión de Keziot, en el Néguev.
Entre los liberados figura Iyad Abu Shkeidem, comandante de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam en Judea y Samaria, quien recibió 18 cadenas perpetuas por un atentado suicida en Beersheba en 2004 que dejó 16 muertos. También fue excarcelado Hatem al-Jayousi, fundador de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, condenado a seis cadenas perpetuas por el asesinato de seis israelíes durante la Segunda Intifada.
Shadi Barghouti, sentenciado a 27 años por ataques contra israelíes, fue otro de los liberados, así como Jamal Taweel, exalcalde de Al-Bireh y alto miembro de Hamás, conocido por reactivar las operaciones del grupo en Judea y Samaria.
Seis prisioneros liberados en Judea y Samaria fueron hospitalizados por problemas de salud, informó el servicio médico de la Media Luna Roja Palestina. Por otro lado, los liberados en Jerusalén, Issam y Mohammad Attoun, fueron detenidos por lanzar piedras y bombas molotov. Un tercer prisionero, Ahmad al-Jaafari, será deportado junto a otros seis, posiblemente por sus capacidades en la fabricación de armas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desplegaron tropas en Judea y Samaria para impedir celebraciones por la liberación de los presos. Las familias de los ex prisioneros fueron advertidas de no realizar festejos, mientras que soldados confiscaron banderas de Hamás y objetos destinados a los desfiles.
Antes de la liberación, el Servicio de Prisiones de Israel mostró a los detenidos un video de tres minutos sobre la destrucción en Gaza, consecuencia de la guerra que inició tras el ataque de Hamás el 7 de octubre.