El Ministerio de Defensa colabora con una startup israelí especializada en la obtención de imágenes de radar en cuatro dimensiones para detectar y vigilar a distancia los síntomas de COVID-19 en fase temprana.
Vayyar Imaging, con sede en Yehud, está trabajando con la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Defensa (MAFAT) del Ministerio de Defensa y el Instituto Médico Naval para adaptar “sensores inteligentes” desarrollados por la empresa para la detección y el control remotos de los signos vitales que indican síntomas de COVID-19.
Los sensores, que según la empresa pueden monitorizar el pulso, la variabilidad del ritmo cardíaco y el ritmo respiratorio sin necesidad de tocarlos, son adecuados para su colocación en hogares, hospitales, fábricas, centros de transporte público y cruces fronterizos.
Las pruebas de dos sistemas de monitoreo equipados con sensores Vayyar, realizadas por un equipo de emergencia nacional establecido por el Ministerio de Defensa, analizaron con éxito los datos vitales de los pacientes, dijo la compañía.
“Vayyar está utilizando su tecnología de sensores para ayudar a combatir la propagación de la infección y también permitir soluciones de seguridad para cuando las restricciones de distanciamiento social comiencen a suavizarse”, dijo el director de marketing de Vayyar, Malcolm Berman, al Jerusalén Post.
“Nuestros sistemas de vigilancia de la salud pueden proporcionar una vigilancia remota y sin contacto de los síntomas de las primeras etapas, a la vez que disminuyen la interacción cara a cara, y pueden ser utilizados en una variedad de entornos”.
Dentro de los hospitales, dice la compañía, los sensores inteligentes pueden monitorear los síntomas sin exponer al personal o contaminar el equipo. Los sensores también se pueden colocar en centros médicos y salas de emergencia para una detección rápida y sin contacto.
La compañía dice que sus sensores pueden funcionar en “cualquier condición ambiental”, sin verse afectados por la línea de visión y las condiciones climáticas. Los sensores también prometen una mayor protección de la privacidad que las soluciones de monitoreo basadas en cámaras.
“Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo es aplanar la curva”, dijo Berman. “Las estrategias que se están empleando, como el distanciamiento social, pueden apoyarse a través de sistemas que proporcionan monitorización remota para detectar el pulso, la variabilidad del ritmo cardíaco y el ritmo respiratorio para ayudar a monitorizar a los pacientes en los hospitales, así como a las personas en sus casas y en los lugares de trabajo. Hemos aprovechado la naturaleza versátil de las capacidades de nuestro sensor en estas áreas y las hemos puesto a punto para satisfacer estas necesidades”.
Otra tecnología de monitoreo israelí que se está implementando es una solución desarrollada por la empresa de Tel Aviv Binah.ai, que anunció el jueves que los centros médicos de Montreal CIUSSS y el Hospital General Judío implementarán su sistema basado en cámaras de teléfonos inteligentes para monitorear los signos vitales de los pacientes.
Utilizando solo una cámara de teléfono inteligente y una aplicación, la tecnología de Binah.ai permitirá a las enfermeras medir el pulso, la saturación de oxígeno, el flujo sanguíneo, la variabilidad del ritmo cardíaco y los niveles de estrés mental. En el CIUSSS, la solución se utilizará en habitaciones con ventilación de presión negativa para ayudar al aislamiento respiratorio.
La tecnología se basa en la técnica óptica simple y establecida desde hace mucho tiempo de la fotopletismografía, a menudo utilizada en los pulsioxímetros o “pinzas para dedos” para medir el flujo sanguíneo. La compañía, que se ha asociado con el gigante japonés de la fabricación de automóviles Denso para monitorear el bienestar de los conductores, espera recibir la autorización de la FDA en los próximos años.
“Estamos orgullosos de participar en la batalla contra el coronavirus y de asociarnos con los hospitales de Canadá”, dijo el cofundador y director general de Binah.ai, David Maman.
“Creemos que la tecnología que hemos desarrollado puede ahorrar una gran cantidad de tiempo a las enfermeras y médicos del hospital, reducir el contacto con los pacientes expuestos al virus y prevenir una mayor propagación”.