Los expertos sanitarios israelíes han lanzado una advertencia, aludiendo a la posibilidad de un grave brote de gripe y COVID este invierno.
El jueves, la jefa de los servicios de salud pública del Ministerio de Sanidad, la doctora Sharon Alroy-Preis, subrayó que las inmunizaciones siguen siendo la defensa más fuerte contra ambos virus.
Ella dijo a la Radio del Ejército que “hay proyecciones de que habrá un aumento de COVID en octubre y noviembre en Israel. Tener la gripe y el COVID al mismo tiempo podría ser peligroso. Nos estamos preparando para ello consiguiendo vacunas que puedan administrarse al mismo tiempo”.
Informó de que se espera que el envío de las vacunas contra la gripe de este año a Israel llegue a mediados de septiembre.
Israel está estudiando la posibilidad de comprar vacunas COVID que se adaptan especialmente a las nuevas variedades del virus, según un funcionario sanitario no identificado que habló el jueves con la televisión pública Kan. El funcionario señaló además que las personas mayores de 60 años o las de alto riesgo podrían ser las únicas que reciban simultáneamente las inyecciones de COVID y de la gripe.
Aunque el ritmo del programa de inmunización contra la COVID en Israel ha disminuido considerablemente, cientos de personas siguen recibiendo dosis cada día. 186 israelíes recibieron el martes su cuarta dosis de la vacuna, mientras que otros 83 recibieron la tercera, 84 la segunda y 81 la primera. Este número aumentó a unas 750 dosis diarias de vacunación a finales de julio.
Más de dos tercios (68 %) de los israelíes han recibido dos dosis de la vacuna COVID, el 48 % han recibido tres dosis y solo el 9 % han recibido una cuarta dosis.
Según Alroy-Preis, los expertos sanitarios vigilan constantemente la situación en todo el mundo, especialmente en las regiones donde ya ha llegado el invierno.
“Una de las herramientas que tenemos para prepararnos para el invierno es mirar a la otra mitad del globo”, dijo, refiriéndose a la alta tasa de hospitalización de Australia debido a un brote de gripe y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) durante el invierno del país.
Alroy-Preis informó de que las tasas actuales de incidencia de COVID en Israel son estables.
Señaló: “Llevamos tiempo diciendo que el COVID está aquí y tenemos que vivir con él, con los altibajos de la infección, y modificando la normativa a las circunstancias”.
Hasta el jueves por la mañana había 18.335 casos activos verificados de COVID en Israel, con 583 personas hospitalizadas y 199 consideradas en mal estado. La cifra actual de muertos por la epidemia de COVID asciende a 11.524 después de que la semana pasada se notificaran 18 nuevas muertes.