El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, ha declarado a la prensa que, aunque condena los atentados de Hamás del 7 de octubre y que “nadie en su sano juicio” menospreciaría el dolor que sintió Israel aquel día, no se puede permitir que continúe la guerra en Gaza.
“Toda la región se está hundiendo en un mar de odio que definirá a las generaciones venideras”, afirma Safadi tras reunirse con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shoukry.
Dice que los países árabes exigían un alto el fuego inmediato, una acción más drástica que las pausas humanitarias apoyadas por la administración Biden, para permitir la entrega de alimentos y otros suministros y dar tiempo a conseguir la liberación de los rehenes.
“No aceptamos que esto sea defensa propia”, afirma Safadi, y añade: “No puede justificarse bajo ningún pretexto y no aportará seguridad a Israel, no aportará paz a la región”.