Al menos cuatro islamistas palestinos fueron abatidos en una redada antiterrorista israelí el miércoles por la mañana en la ciudad de Jenín, en el norte de Judea y Samaria, según informaron funcionarios israelíes y palestinos.
Un portavoz de la Policía de Fronteras dijo en un comunicado que los agentes, junto con los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, trataron de detener a Abd al-Rahman Hazem, hermano de un terrorista que llevó a cabo un mortal ataque a tiros en Tel Aviv a principios de este año, y a Muhammed Alownah.
La pareja fue responsable de una serie de ataques a tiros en los últimos meses, incluido uno que tuvo como objetivo un vehículo de ingeniería del Ministerio de Defensa que trabajaba a lo largo de la barrera de seguridad del norte de Judea y Samaria a principios de este mes, dijo el portavoz de la policía.
Funcionarios israelíes dijeron que la pareja terrorista planeaba “más ataques significativos en un futuro próximo”.
Las tropas israelíes habían rodeado la casa de la familia de Ra’ad Hazem, el terrorista que abrió fuego el 7 de abril contra los clientes del bar Ilka, en la calle Dizengoff de Tel Aviv, abatiendo a tres personas.
Las imágenes publicadas por los medios de comunicación palestinos mostraban cómo salía humo del edificio en Jenín.
Los medios de comunicación palestinos informaron de que las tropas dispararon “pequeños misiles” contra el edificio, pero las FDI y la policía dijeron que los terroristas buscados hicieron estallar una gran bomba cuando las tropas intentaron entrar en la vivienda.
“Hazem y Alownah murieron en el intercambio de disparos”, dijo la policía, añadiendo que las tropas incautaron un rifle de asalto a uno de los pistoleros.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina dijo que otras dos personas murieron en la redada israelí y que otras 44 resultaron heridas, varias de ellas en estado grave.
Un ala local del grupo terrorista palestino Yihad Islámica dijo que sus miembros abrieron fuego contra las tropas cerca de la casa de la familia Hazem.
El tercer islamista abatido fue identificado como Ahmed Alawneh, de 24 años, miembro de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina. Murió mientras disparaba contra las tropas israelíes en la zona, según las imágenes publicadas por los medios de comunicación palestinos.
La cuarta víctima mortal fue identificada como Muhammad Abu Na’asa.
No hubo heridos israelíes en la operación.
El padre de Hazem, Fathi, así como dos de sus hermanos, han sido buscados para ser interrogados desde el ataque.
Fathi Hazem elogió públicamente la actuación de su hijo tras el mortal asalto al concurrido bar.
Hazem mató en el tiroteo a Tomer Morad y Eytam Magini, dos amigos de 27 años, y a Barak Lufan, de 35 años y padre de tres hijos, e hirió a una docena de personas.
Se dio a la fuga tras los asesinatos y fue encontrado escondido cerca de una mezquita en Jaffa tras una persecución de varias horas en la que participaron cientos de agentes de seguridad.
Al principio, Hazem levantó las manos en señal de rendición, pero luego sacó una pistola y abrió fuego contra los agentes, que le dispararon y lo abatieron, según dijeron entonces las fuerzas de seguridad.
A principios de este mes, las FDI demolieron el apartamento de Hazem en Jenín.
La redada de las FDI del miércoles se produjo en medio de un aumento de la violencia en Judea y Samaria, especialmente en su norte.
El martes por la noche, las tropas israelíes fueron tiroteadas cerca de la ciudad de Asira ash-Shamaliya durante una “actividad rutinaria”.
En los últimos meses, los pistoleros palestinos han atacado puestos militares, tropas que operan a lo largo de la barrera de seguridad de Judea y Samaria, poblados israelíes y civiles en las carreteras.
En los últimos meses, las tropas israelíes también han sido objeto de repetidos disparos durante incursiones nocturnas en ciudades de Judea y Samaria.
Los militares lanzaron las operaciones de detención tras una serie de atentados mortales en los que murieron 19 personas entre mediados de marzo y principios de mayo, incluido el tiroteo de Tel Aviv.
Muchas de las detenciones de las FDI en los últimos meses se han concentrado en Nablus y Jenín, en el norte de Judea y Samaria, de donde procedían varios de los terroristas que cometieron los atentados de principios de año.
Los funcionarios de seguridad israelíes han advertido en los últimos meses que la Autoridad Palestina está perdiendo el control del norte de Judea y Samaria.