Las sequías en Oriente Medio, incluido Israel, se agravarán en los próximos años, según un nuevo estudio publicado por una prestigiosa revista académica.
El Journal of Hydrology afirma que las sequías graves en la región -que afectan a las fuentes de agua, la agricultura y la naturaleza- pueden aumentar en un 60% de aquí a 2050. Además de Oriente Medio, el norte y el sur de África también se verán muy afectados por el cambio climático.
Además, debido a un mes de noviembre extremadamente seco, los países de la región también se enfrentarán a una crisis de agua en el próximo verano.
Según los últimos datos, el pasado mes de noviembre fue uno de los más secos de las últimas décadas, y tampoco se espera que diciembre traiga mucha lluvia.
Los investigadores utilizaron una medida que tiene en cuenta tanto los cambios previstos en la cantidad de precipitaciones como su dispersión a lo largo del año y la tasa de evaporación del agua.
El estudio indica que los cambios que se esperan en los próximos años en las tasas de evaporación provocarán mayores sequías, y que la evaporación aumentará en los depósitos de agua.
El Dr. Amir Givati, experto en clima del Departamento de Estudios Medioambientales de la Universidad de Tel Aviv, afirmó que los nuevos datos son “peores de lo que pensábamos”.
“La combinación de la reducción de las precipitaciones, los cambios en la dispersión de las mismas y el aumento de la evaporación debido al incremento de las temperaturas y la cantidad de días soleados, provocará una importante escasez de agua en el futuro”, afirmó.
“Los países que no busquen fuentes de agua alternativas, como la desalinización, una herramienta que afortunadamente Israel ya está utilizando, podrían encontrarse con un grave problema”.
Este estudio es uno de los muchos que predicen un futuro sombrío como consecuencia del cambio climático. Hace poco, otro estudio publicado preveía que el calentamiento global causaría megasequías e incendios en toda América en un futuro próximo.
Los científicos esperan que, a la luz de los datos presentados en la Conferencia sobre el Clima de Glasgow, los países del mundo apliquen cambios en sus políticas medioambientales.