Líderes de la comunidad drusa rechazaron el ataque terrorista ocurrido en Haifa y afirmaron que el agresor, cazahro Shaheen, padecía una enfermedad mental y creció en Alemania.
Shaheen, un israelí druso de 20 años con ciudadanía alemana, apuñaló a cinco personas tras descender de un autobús en la estación Lev Hamifratz. Un guardia de seguridad y un civil armado lo abatieron en el lugar.
Roni Kharis, tío del atacante, negó que su sobrino fuera un terrorista y aseguró que enfrentaba problemas psiquiátricos. Destacó que su familia no tiene vínculos hostiles contra el Estado y mencionó su propio pasado como veterano discapacitado de las FDI, además de que otro tío de Shaheen es soldado de reserva.
El exdiputado del Likud Ayoub Kara expresó en X su conmoción y vergüenza por la vinculación de la comunidad drusa con el ataque. Indicó que Shaheen creció en Alemania y sufría esquizofrenia, además de haber intentado cometer atentados en ese país. Afirmó que este hecho fortalecerá la alianza entre los drusos e Israel.
Según la policía, el agresor llegó a Israel una semana antes del ataque tras haber pasado meses en el extranjero.
El alcalde de Shfar’am, Nahed Hazem, condenó el crimen y reveló que el atacante estaba bajo tratamiento por parte de la oficina de bienestar de la ciudad. Además, señaló que dos de los heridos en el atentado son residentes de Shfar’am, incluyendo un familiar de un funcionario municipal.
Sheikh Muafak Tarif, líder espiritual druso en Israel, ofreció sus condolencias a la familia del hombre de unos 60 años que murió en el ataque. Reafirmó el compromiso de su comunidad en la lucha contra el terrorismo y destacó que los civiles que ayudaron a neutralizar al atacante también eran drusos.
El foro de jefes de autoridades drusas y circasianas emitió un comunicado rechazando el atentado y expresando confianza en que la identidad y estado mental del agresor serán esclarecidos. También reiteraron su compromiso con la seguridad de los ciudadanos israelíes.