Los portadores confirmados de la variante Ómicron COVID-19 deberán permanecer en cuarentena durante 14 días, en lugar de los 10 días previstos para los portadores confirmados de otras cepas de coronavirus, según informó el miércoles el Ministerio de Sanidad.
La nueva política entrará en vigor el jueves, dijo el Ministerio de Sanidad, sin especificar un momento concreto.
Los portadores confirmados de Ómicron tendrán que estar asintomáticos durante los tres últimos días del periodo de dos semanas para poder recibir un certificado de recuperación del virus, manifestó el Ministerio de Sanidad.
“Esta actualización se aplica ante la sospecha de que los portadores verificados de la variante Ómicron pueden ser contagiosos durante un periodo más largo que el observado en los casos de otras variantes”, señala el comunicado.
Si alguien es “altamente sospechoso” de tener la variante, pero no se confirma mediante pruebas, puede abandonar la cuarentena después de 10 días con un permiso especial, expresó el Ministerio de Sanidad.
El número de casos de COVID-19 confirmados el martes fue el más alto en seis semanas, y los niños representaron más de la mitad de los diagnósticos, según las cifras del Ministerio de Sanidad publicadas el miércoles por la mañana.
El martes se registraron 794 nuevos casos, el tercer día consecutivo en que la cifra aumenta. La última vez que las cifras fueron tan altas fue el 25 de octubre, cuando se diagnosticaron 929 nuevos pacientes.
La tasa de positivos del virus fue del 0,75 % el martes, la más alta en más de dos semanas.
Además, el número de reproducción del virus, R, era de 1,07, habiendo subido constantemente desde 1 en los últimos cuatro días. Cualquier valor superior a 1 significa que cada persona con el virus infecta, por término medio, a más de una persona, lo que significa que las infecciones se están propagando.
La cifra de muertos se situó en 8.210, sin que se produjeran nuevas víctimas mortales en las últimas 24 horas, según el ministerio. En los últimos siete días, ocho personas murieron de COVID-19.
Había 103 pacientes en estado grave, aunque el número ha ido descendiendo de forma constante durante el último mes, desde que llegó a 157 el 9 de noviembre.
El aumento de los casos se ha producido en un momento en que Israel, junto con el resto del mundo, ha luchado contra la propagación de la nueva variante de Ómicron, que se cree que es muy contagiosa. Hasta ahora, se han confirmado al menos 21 casos en Israel.
La aparición de Ómicron, detectada por primera vez en Sudáfrica, ha provocado la prohibición de viajar a nivel mundial y ha llevado a Israel a cerrar de nuevo sus puertas a la mayoría de los extranjeros. El gobierno también ha endurecido las normas de cuarentena para los israelíes totalmente vacunados que regresan al país.
Israel ha hecho de la vacunación su táctica central para hacer frente al virus, y el mes pasado añadió a los niños de 5 a 11 años a los grupos de mayor edad que ya podían recibir las vacunas.
Hasta ahora, de los aproximadamente 9,5 millones de residentes del país, 6.389.255 han recibido al menos una dosis, de los cuales 5.786.390 han recibido una segunda y 4.111.845 una tercera.