Un hombre de 62 años del norte de Israel fue acusado el lunes de violar presuntamente a una niña de 11 años en repetidas ocasiones durante casi un año, mientras que su madre fue acusada de permitirle mantener relaciones sexuales con la niña a cambio de ayuda económica.
La pareja quedó en prisión preventiva en el Tribunal de Distrito de Nazaret y se impuso una orden de silencio sobre algunos detalles del caso, incluida su identidad.
Según la acusación, el acusado solía transferir grandes sumas de dinero a la menor, comprarle regalos y hacer compras con ella.
Además, ayudaba a su madre a pagar las facturas del hogar y a comprar electrodomésticos. A cambio, supuestamente le permitía violar a su hija.
La acusación alegó que la hija denunció los hechos a su madre, pero ésta los ignoró e incluso ayudó a “profundizar el control del acusado sobre la vida de su hija”.
Según la acusación, “el acusado solía llamar a la menor decenas de veces al día, restringiendo sus movimientos, prohibiéndole salir o abandonar la casa a determinadas horas, y también prohibiéndole vestirse de forma que no fuera de su agrado”.
El escrito de acusación decía además que “después de que la menor se negara a cumplir estas prohibiciones, el acusado la amenazó con dejar de mantenerla económicamente a ella y a su madre e incluso con agredirla”.
El hombre está acusado de tráfico de personas, violación con agravantes, sodomía, actos indecentes y agresión a una menor. La madre está acusada de tráfico de personas, complicidad en la violación y complicidad en la sodomía.
Según el sitio de noticias Walla, el hombre tiene un largo historial delictivo, ya que en 2004 fue condenado a una pena de 10 años de prisión por, entre otros delitos, la violación de una chica de 15 años que cuidaba a sus hijos.
A pesar de ello, al parecer no estaba bajo la supervisión del Estado e incluso se le había permitido trabajar como conserje de una escuela.