La ciudad de Jerusalén fue declarada en estado de emergencia el martes, después de que las tropas israelíes mataran a seis islamistas palestinos durante una incursión en la ciudad de Jenín.
Se hicieron más preparativos para Purim en la capital del país, la mayor de las muchas localidades que celebran la festividad judía un día después que el resto del país.
El jefe de policía Kobi Shabtai “ha ordenado una mayor vigilancia y una destacada presencia policial en Jerusalén”, afirma el comunicado.
El comunicado afirma que se está enviando a la policía a lugares con alto potencial de violencia, como la línea entre el Este y el Oeste de Jerusalén, y los barrios con población mixta judía y árabe.
La policía israelí “está llevando a cabo una larga serie de misiones para permitir que el público en general disfrute de las fiestas de Purim de forma segura en todo el país”, reza el comunicado.
Las fuerzas israelíes llevaron a cabo una redada y cercaron una residencia en Jenín, y posteriormente se descubrió que el objetivo previsto era un terrorista que asesinó a dos israelíes en Judea y Samaria la semana pasada. Seis palestinos, entre ellos Abdel Fattah Hussein Kharousha, terrorista buscado de 49 años, murieron en el tiroteo que siguió a la incursión.
Kharousha, miembro de Hamás de Askar, al norte de Nablús, asesinó a los hermanos israelíes Hallel y Yagel Yaniv el 26 de febrero.
Funcionarios médicos palestinos han informado de otras doce víctimas, tres de ellas en estado crítico.
Un soldado israelí resultó herido grave, mientras que otros dos sufrieron heridas leves.
Según las FDI, después también lanzaron una redada en Nablús y capturaron a los hijos de la familia Khaled y Muhammad Kharousha.
El Shin Bet alega que ambos desempeñaron papeles cruciales en la planificación y ejecución del atentado del 26 de febrero en Huwara.
Tras un año de tensiones crecientes y una serie de atentados terroristas palestinos mortales, las Fuerzas de Defensa israelíes han estado realizando incursiones nocturnas en Judea y Samaria. Tanto la frecuencia como la gravedad de los atentados palestinos y las redadas de los israelíes, especialmente en los poblados, han aumentado en las últimas semanas.
Tras el incidente de Huwara, un grupo de judíos protagonizó una oleada de incendios. Un palestino fue asesinado y decenas más resultaron heridos en un acto de violencia que horrorizó a muchos israelíes y a otras personas de todo el mundo. Se utilizó la palabra “pogromo” para describir el suceso.
Los palestinos lanzaron recientemente una serie de ataques islamistas en Jerusalén y en Judea y Samaria, matando a 14 israelíes e hiriendo a decenas más.
Desde el comienzo de 2018, al menos setenta islamistas palestinos han sido muertos. Algunas de las víctimas mortales eran transeúntes o fueron descubiertos muertos en circunstancias dudosas, mientras que otros murieron en redadas o enfrentamientos con el personal de seguridad.