Se ha confirmado que un médico del Centro Médico Sheba en Ramat Gan está infectado con el coronavirus, tres meses después de que se recuperó del virus, según el Canal 13.
El doctor sufrió fiebre, tos y dolor muscular cuando dio positivo en abril, pero se recuperó y dio negativo en mayo y junio.
A principios de este mes, el doctor entró en contacto con una paciente confirmada y posteriormente dio positivo para el virus una vez más.
Este es el segundo caso en el Centro Médico de Sheba en el que un paciente se recuperó del virus y fue posteriormente reinfectado. Otro paciente del hospital se recuperó y regresó al hospital con una severa inflamación pulmonar.
Los casos son los últimos de una serie de incidentes de sospecha de reinfección que han planteado dudas sobre la duración de la inmunidad contra el virus.
En mayo, una mujer de 45 años de edad de Jisr e-Zarka dio positivo para el coronavirus después de ser reingresada en el Centro Médico Hillel Yaffe de Hadera, donde fue inicialmente hospitalizada con fiebre y dolores en el pecho.
Esto ocurrió un mes después de que fuera dada de alta del centro médico, habiéndose recuperado del virus y dando negativo dos veces.
La semana pasada, la Dra. Maria van Kerkhove, la jefa técnica de COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó que hay varios estudios que intentan averiguar cuánto tiempo durará la protección proporcionada por los anticuerpos y que algunos estudios iniciales han encontrado que “pueden disminuir después de un par de meses”.
Con algunos coronavirus, como el SARS y el MERS, las personas tenían alguna forma de inmunidad durante aproximadamente un año o incluso mucho tiempo, pero con otros coronavirus humanos que circulan regularmente, el período de inmunidad es mucho más corto, explicó Kerkhove. El funcionario de la OMS subrayó que se trata de “datos tempranos” y que se necesitan más estudios.
Estudios preliminares en China, Alemania, Gran Bretaña y otros lugares han encontrado que los pacientes infectados con el nuevo coronavirus producen anticuerpos protectores como parte de las defensas de su sistema inmunológico, pero éstos parecen durar solo unos pocos meses.
Esto plantea grandes problemas para los desarrolladores de las potenciales vacunas contra COVID-19, dicen los expertos, y para las autoridades de salud pública que tratan de desplegarlas para proteger a las poblaciones de futuras olas de la pandemia.
Para ser verdaderamente eficaces, las vacunas contra COVID-19 “tendrán que generar una protección más fuerte y duradera… o puede ser necesario administrarlas con regularidad”, dijo.
“Y esas cosas no son triviales”.