El líder adjunto de Hamás en el extranjero, Saleh al-Arouri, murió en un ataque israelí en el barrio de Dahiyeh, en Beirut, según informa al-Mayadeen, vinculado a Hezbolá.
Israel aún no ha hecho comentarios sobre el supuesto ataque.
Al-Arouri, de 57 años y residente en Líbano, era jefe adjunto de la oficina política del grupo terrorista y estaba considerado el líder de facto del ala militar de Hamás en Judea y Samaria.
Los servicios de inteligencia israelíes creen que al-Arouri también ayudó a planear el secuestro y asesinato en junio de 2014 de tres adolescentes israelíes —Gil-ad Shaar, Eyal Yifrach y Naftali Fraenkel—, así como otros numerosos atentados.
Había cumplido varias condenas en cárceles israelíes y fue puesto en libertad en marzo de 2010 como parte de los esfuerzos para lograr un canje de prisioneros más amplio por Gilad Shalit, cabo de las FDI secuestrado por Hamás en 2006. Arouri participó posteriormente en la elaboración del acuerdo que preveía la liberación de más de 1.000 presos palestinos de cárceles israelíes a cambio de la liberación de Shalit en 2011.
Se trasladó a Estambul, pero se vio obligado a mudarse cuando Israel restableció los lazos con Turquía, rotos a raíz de una incursión de las FDI en una flotilla solidaria que se dirigía a Gaza, en la que murieron nueve ciudadanos turcos durante una violenta refriega en un transbordador.
Tras pasar un tiempo en Siria, al-Arouri se trasladó finalmente a Beirut. Desde allí dirige las operaciones militares de Hamás en Cisjordania, impulsando actividades terroristas y organizando la transferencia de fondos para pagar atentados terroristas.
Fue también uno de los funcionarios de Hamás más estrechamente relacionados con Irán y el grupo terrorista Hezbolá en Líbano.
Allí, al-Arouri fue el creador de una fuerza local de Hamás a partir de activistas en campos de refugiados libaneses. El grupo tiene entrenamiento militar y un arsenal de cohetes, aunque no de la misma magnitud que el de Hezbolá.