La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric Egger, se negó a tomarse una fotografía con los familiares de los rehenes durante su reunión de alto nivel en Tel Aviv, un encuentro que se caracterizó por la tensión, según informan los medios de comunicación hebreos.
Además, Spoljaric expresó su oposición a las solicitudes por parte de las autoridades israelíes para que el CICR presione públicamente a Hamás, instando al grupo terrorista a permitir visitas de la Cruz Roja a los rehenes. Argumentó que tales acciones podrían no conmover a Hamás y podrían poner en riesgo la capacidad de la Cruz Roja de operar en conflictos similares.
No se ha esclarecido por qué Spoljaric rechazó la fotografía, especialmente dado que ese mismo día se había tomado una foto con el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Por otro lado, los familiares de los rehenes han rechazado enérgicamente los argumentos presentados por la Cruz Roja. Sostienen que el CICR no está cumpliendo con su deber, se muestra renuente a hacer esfuerzos para facilitar la transferencia de medicamentos a sus seres queridos y parece estar más dispuesto a criticar al gobierno israelí que a tomar medidas efectivas.
En el transcurso de la reunión, uno de los padres de los rehenes se levantó de su silla y exigió que Spoljaric tomara el inhalador de su hijo y se asegurara de que llegara a su destino. Aunque la presidenta de la Cruz Roja intentó explicar con incomodidad por qué no tenía la capacidad para atender esa solicitud, el padre se mantuvo firme en su demanda.