El presidente de NSO Group, Asher Levy, dimitió el martes de su cargo en la empresa, según informó Calcalist.
La dimisión de Levy se produce después de que aumentara el escrutinio tras el informe de Calcalist de la semana pasada que detallaba el uso por parte de la Policía de Israel de la tecnología de espionaje Pegasus de NSO contra ciudadanos israelíes.
A pesar de ello, el ex presidente de NSO insistió en que su salida de la empresa tecnológica israelí no está relacionada con el escándalo en una declaración publicada en los medios de comunicación israelíes tras su dimisión.
“No hay ninguna relación entre mi salida y los recientes informes vinculados a la empresa”, dice el comunicado.
Según Levy, fue nombrado originalmente en abril de 2020 por la firma de inversión de control Novelpina, que retiró la inversión en la compañía, convirtiendo a Berkeley Research Group (BRG) en el accionista de control de NSO. “En cuanto ellos [Novelpina] salieron, le dije a BRG que deseaba renunciar a mi cargo”, declaró Levy.
El jefe de la Policía de Israel, Kobi Shabtai, negó inicialmente las informaciones, afirmando que “todo se hace con la autorización legal necesaria. La policía israelí no utiliza sus avanzadas capacidades tecnológicas contra ciudadanos o manifestantes inocentes”.
Más tarde, esta misma semana, Shabtai se retractó diciendo que la policía “arreglará” cualquier caso en el que haya abusado de su poder invadiendo los teléfonos móviles de la gente con el software espía de NSO Group.
El interventor del Estado, Matanyahu Englman, y la Autoridad de Privacidad anunciaron que investigarían a la policía sobre este asunto, y el fiscal general, Avichai Mandelblit, ordenó una investigación sobre las tácticas de vigilancia de la policía.