Aviva Siegel, liberada de Gaza en noviembre, y su hija Shir cuentan a los legisladores de la Knesset que los terroristas violan a mujeres y hombres en los túneles bajo la Franja.
“Los terroristas traen ropa inapropiada para las niñas, ropa de muñecas. Convierten a las niñas en sus muñecas, con las que pueden hacer lo que quieran. Y es increíble que sigan allí”, dice Aviva, que fue secuestrada en su casa del kibutz Kfar Aza junto con su marido Keith. Él sigue secuestrado en Gaza.
“No puedo respirar, no puedo afrontarlo, es demasiado duro. Han pasado casi cuatro meses y siguen allí”, dice a la comisión de la Knesset sobre víctimas de violencia sexual y de género en la guerra contra Hamás.
“Quiero decirles que los chicos también pasan por estas cosas. No pueden quedarse embarazados, pero también pasan por ello. Y algo debe cambiar ya”, dice Aviva.
“Me gustaría volver al cautiverio para proteger a las niñas de allí, como hice cuando estuve allí. Sentía que eran mis hijas”, dice.
“Mi corazón está allí y explota. No puedo entender cómo el mundo está en silencio”.
La hija de Aviva, Shir, dice a los legisladores que el testimonio de su madre es “solo la punta del iceberg”, y arremete contra los ministros por no estar presentes para escuchar los relatos.
“Están sentadas en cautiverio, ¡no han hecho nada malo! No tenemos derecho a quedarnos aquí sentados, tenemos que gritar por ellos. En este mismo momento están violando a alguien en un túnel”, afirma Shir.
“¿Dónde están las personas realmente importantes? ¿Los responsables de la toma de decisiones que se sientan en el gabinete y no están escuchando esto?”, afirma.
Chen Goldstein Almog, que también estuvo retenida en Gaza, ha dicho hoy a los legisladores que “allí hay chicas que no tienen la regla desde hace mucho tiempo y quizá por eso deberíamos rezar, para que sea el cuerpo el que se proteja y así, Dios no lo quiera, no puedan quedarse embarazadas”.
Testimonios de testigos, socorristas, personal médico y otras personas han señalado numerosos casos de víctimas de abusos sexuales durante la embestida del 7 de octubre, durante la cual miles de terroristas de Hamás arrasaron el sur de Israel, mataron a unas 1.200 personas y tomaron 240 rehenes en Gaza.