Roi Wasserstein, un reservista de 24 años originario de Netanya que sirvió en la 401.ª Brigada Blindada de las Fuerzas de Defensa de Israel, se quitó la vida ayer. El caso ha generado un debate sobre la atención que reciben los reservistas expuestos a traumas operativos y la continuidad del apoyo institucional una vez finalizado su servicio militar.
Wasserstein acumuló más de 300 días de servicio desde el inicio de la guerra. Durante su asignación en la unidad de evacuación médica de la brigada, estuvo expuesto de forma reiterada a situaciones de alto impacto, como la extracción de soldados heridos y muertos bajo fuego. Su última participación en la reserva se produjo a fines de mayo, cuando concluyó su más reciente ciclo de movilización.
Como no se encontraba bajo estado de reserva activa en el momento de su Muerte, las FDI comunicaron a la familia, por canales indirectos, que no se le reconoce como baja militar. Según medios hebreos, esto implica que su funeral no se celebrará con honores oficiales y se realizará conforme al protocolo civil.
El portal Ynet News informó que los familiares acusaron al ministerio de Defensa y a las FDI de haberlo “repudiado” tras su muerte. En ese contexto, uno de los allegados preguntó públicamente: “¿Dónde está la vergüenza?”, en alusión a la exclusión del reconocimiento militar oficial.
El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que ordenó tanto a su oficina como a las FDI ofrecer apoyo completo a la familia de Wasserstein, lo que incluye asistencia para la organización del sepelio y la inclusión de elementos ceremoniales de carácter militar si así lo desean los deudos.
Dina Wasserstein, madre del reservista y figura pública en Netanya, publicó en Facebook una descripción personal de su hijo: “un niño lleno de luz, humilde, de buen corazón, un héroe silencioso”. En declaraciones a Ynet, relató que “después del 7 de octubre, participó en la recuperación de cuerpos bajo fuego. Vio escenas horribles. Salió de un tanque en medio de un infierno para evitar que los soldados fueran secuestrados y evacuó a los soldados con extremidades amputadas. Lo afectó profundamente. Desde que regresó a casa, nunca lo abandonó”.
El ministerio de Defensa comunicó que funcionarios de la Dirección de Recursos Humanos de las FDI mantienen contacto estrecho con la familia y los acompañan en los procedimientos correspondientes. Katz expresó sus condolencias a los allegados y manifestó que los acompaña en su duelo.