Decenas de titulares de pasaportes extranjeros atrapados en Gaza están abandonando la Franja al abrirse el paso fronterizo de Rafah con Egipto por primera vez desde el devastador ataque de Hamás del 7 de octubre.
Aunque han pasado convoyes de ayuda desesperadamente necesaria entre Egipto y Gaza, hasta ahora no se había permitido cruzar a las personas.
Se espera que unos 400 extranjeros y personas con doble nacionalidad abandonen Gaza hoy.
Las ambulancias esperan en el lado egipcio de la frontera para transportar a los cerca de 90 enfermos y heridos a los que también se está permitiendo salir.
Varios medios han informado de que Egipto está construyendo un hospital de campaña a lo largo de la frontera.
El acuerdo para abrir el paso fue mediado por Qatar entre Egipto, Israel y el grupo terrorista Hamás, que controla Gaza, en coordinación con Estados Unidos.
La guerra estalló tras la masacre de Hamás del 7 de octubre, en la que unos 2.500 terroristas irrumpieron en Israel desde la Franja de Gaza por tierra, mar y aire, mataron a unas 1.400 personas y tomaron entre 200 y 250 rehenes de todas las edades al amparo de un diluvio de miles de cohetes disparados contra pueblos y ciudades israelíes. La gran mayoría de las víctimas mortales de los asaltantes de comunidades fronterizas eran civiles, entre ellos bebés, niños y ancianos. Familias enteras fueron ejecutadas en sus casas y más de 260 fueron masacradas en un festival al aire libre, muchas de ellas en medio de horribles actos de brutalidad por parte de los terroristas.
Israel afirma que su ofensiva en Gaza tiene como objetivo destruir la infraestructura de Hamás y ha prometido eliminar a todo el grupo terrorista, que gobierna la Franja. Afirma que está atacando todas las zonas en las que opera Hamás, al tiempo que intenta reducir al mínimo las víctimas civiles.