La cadena de noticias Al Jazeera dijo el jueves que presentaría un expediente a la Corte Penal Internacional sobre la muerte de la reportera Shireen Abu Akleh.
La cadena, con sede en Catar, y la Autoridad Palestina, han acusado a los soldados israelíes de matarla deliberadamente. Israel rechaza esas acusaciones como una “flagrante mentira”. Afirma que recibió un disparo durante un tiroteo entre soldados y terroristas palestinos, y que solo el análisis balístico de la bala -que está en poder de la Autoridad Palestina- puede determinar quién efectuó el disparo mortal.
Una reconstrucción de Associated Press apoyó a los presuntos testigos que dicen que la veterana corresponsal palestino-estadounidense fue asesinada por fuego israelí, pero cualquier conclusión final puede depender de pruebas que aún no se han hecho públicas.
Al Jazeera ha dicho que ha formado un equipo jurídico internacional para preparar un expediente del caso que se presentará a la CPI. El tribunal inició el año pasado una investigación sobre posibles crímenes de guerra israelíes. Israel no es miembro de la CPI y ha rechazado la investigación por considerarla parcial.
Al Jazeera ha declarado que el expediente del caso incluirá también el bombardeo israelí del edificio que albergaba sus oficinas en la ciudad de Gaza durante la guerra del año pasado entre Israel y el grupo terrorista palestino Hamás. “Así como las continuas incitaciones y ataques a sus periodistas que operan en los territorios palestinos ocupados”, agregó.
Israel dijo que el edificio -que también albergaba la oficina de The Associated Press en Gaza- contenía infraestructura militar de Hamás. Associated Press dice que no tenía conocimiento de ninguna supuesta presencia de Hamás en el edificio y condenó el ataque como “chocante y horroroso”. Nadie resultó herido en el ataque, que se produjo tras una advertencia israelí de evacuación.
“La cadena se compromete a seguir todos los caminos para lograr justicia para Shireen, y garantizar que los responsables de su asesinato sean llevados ante la justicia y rindan cuentas en todas las plataformas y tribunales internacionales de justicia y legales”, dijo Al Jazeera.
Israel afirma que no puede determinar si fueron palestinos armados o sus propios soldados los que efectuaron el disparo mortal, a menos que la Autoridad Palestina entregue la bala que mató a Abu Akleh para que sea analizada. La Autoridad Palestina se ha negado a cooperar con Israel de cualquier manera, diciendo que no confía en que Israel se investigue a sí mismo.
La Autoridad Palestina anunció los resultados de su propia investigación el jueves, diciendo que Abu Akleh fue asesinado deliberadamente por las fuerzas israelíes y que no había militantes en la zona. El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, rechazó los resultados, diciendo que “cualquier afirmación de que las FDI dañan intencionadamente a periodistas o civiles no implicados es una mentira descarada”.
En su declaración, Gantz señaló que las FDI han estado haciendo frente a una ola de terrorismo “que en las últimas semanas se ha cobrado la vida de 20 personas” y que “muchos de los terroristas que llevaron a cabo los atentados procedían de la zona de Jenín”, donde murió Abu Akleh.
El fiscal general de la Autoridad Palestina, Akram Al Khateeb, al anunciar los resultados de la investigación el jueves, dijo que la bala que la mató era un proyectil OTAN de 5,56 mm perforante y que parecía haber sido disparada por un rifle semiautomático Ruger Mini-14.
El ejército israelí se negó a comentar si el arma descrita por los palestinos coincide con la que el ejército ha identificado previamente como posible autora del disparo mortal. También se negó a decir si el ejército utiliza el Ruger Mini-14 o si se utilizó alguno durante la redada del 11 de mayo en la que murió Abu Akleh, en la ciudad de Jenín.
Israel ha pedido públicamente una investigación conjunta con la AP, con la participación de Estados Unidos. Tanto Israel como la Autoridad Palestina están en posesión exclusiva de pruebas potencialmente cruciales.
Por otra parte, el jueves, un funcionario de la administración Biden dijo a The Times of Israel que Estados Unidos no iniciaría su propia investigación sobre la muerte de Abu Akleh, que también era ciudadana estadounidense. En su lugar, la administración seguirá asesorando a las partes en sus respectivas investigaciones. El funcionario expresó su esperanza de que la Autoridad Palestina comparta sus pruebas con Israel.
Abu Akleh había pasado más de 25 años cubriendo el conflicto palestino-israelí y era un corresponsal ampliamente conocidoen el servicio árabe de Al Jazeera.