Naciones árabes han solicitado al grupo terrorista Hezbolá que posponga su represalia por la eliminación de su director general, Fuad Shukr, hasta después del 15 de agosto, según informó Al Jadeed. Shukr, quien ocupaba el segundo lugar en la jerarquía de Hezbolá, fue abatido el 30 de julio en un ataque perpetrado por Israel.
Recientes reportes indicaban que se esperaba una respuesta contundente por parte de Hezbolá, lo que podría desviar los principales esfuerzos de Israel desde Gaza hacia su frontera norte. No obstante, esta acción también podría impactar las negociaciones para un posible acuerdo de alto el fuego e intercambio de rehenes entre Israel y Hamás.
El informe señala que “se está ejerciendo una intensa presión sobre Hezbolá para que modere su respuesta, con el objetivo de evitar que Israel tenga una justificación para extender la guerra hacia Líbano”. Hasta el momento, Hezbolá no ha emitido una respuesta oficial a esta solicitud.
Por su parte, Irán ha prometido vengar la muerte de Shukr, aunque informes recientes sugieren que podría reconsiderar un ataque a gran escala contra Israel y, en su lugar, optar por un ataque dirigido contra un funcionario israelí. No obstante, el viernes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, aseguró que Israel sería “duramente castigado” por la eliminación de Ismail Haniyeh, líder de Hamás, según lo afirmó un comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria a Reuters.
Israel, por otro lado, ha anunciado que enviará una delegación a El Cairo para participar en una cumbre el 15 de agosto, con el objetivo de cerrar un acuerdo de alto el fuego e intercambio de prisioneros. Aún no se ha confirmado si Hamás también enviará una delegación, aunque el grupo terrorista ha insistido recientemente en la liberación del architerrorista Marwan Barghouti como condición en la primera etapa de cualquier acuerdo.