El grupo libanés enfrenta tensiones internas sobre medidas disciplinarias contra altos cargos tras el alto el fuego con Israel, según Al-Nahar.
Disensiones internas en Hezbolá tras conflicto con Israel
El periódico libanés Al-Nahar informó que Hezbolá, el grupo terrorista respaldado por Irán, atraviesa un debate interno sobre la posibilidad de sancionar a altos funcionarios debido a las pérdidas sufridas durante la guerra con Israel, que culminó en un alto el fuego a finales de 2024. La organización evalúa si miembros del Consejo de la Shura, su máximo órgano de liderazgo, deben enfrentar medidas disciplinarias por las derrotas militares y los desafíos políticos derivados de la guerra. El alto el fuego, aunque mantenido, ha registrado episodios esporádicos de violencia que ambas partes califican como violaciones.
El líder de Hezbolá, Naim Qassem, enfrenta presiones de dos facciones dentro del grupo. Una exige acciones punitivas contra los responsables de las decisiones que llevaron a significativas bajas y pérdidas estratégicas, mientras que la otra se opone, argumentando que tales medidas podrían debilitar la cohesión interna. Según el informe, Qassem busca preservar la estructura institucional actual de Hezbolá, evitando rupturas que comprometan su influencia en Líbano.
Fuentes citadas por el medio israelí Ynet en hebreo indican que el debate refleja un momento de vulnerabilidad para Hezbolá, que perdió comandantes clave como Ibrahim Aqeel, líder de la fuerza de élite Radwan, y Mohammed Sarour en ataques israelíes precisos durante 2024. Estos golpes, combinados con la destrucción de miles de cohetes de corto alcance en un ataque preventivo israelí en agosto de 2024, según reportó Fox News, han mermado la capacidad operativa del grupo.
El medio hebreo Maariv destacó que la inteligencia israelí ha monitoreado de cerca las tensiones internas en Hezbolá, señalando que la muerte del exlíder Hassan Nasrallah en septiembre de 2024 dejó al grupo sin dirección clara, exacerbando las disputas sobre la responsabilidad de los reveses. La ausencia de comandantes experimentados, muchos de los cuales participaron en combates en Siria, ha complicado la reorganización militar de la organización.

Claves del debate interno en Hezbolá
- Pérdidas militares: Hezbolá sufrió la eliminación de líderes clave y la destrucción de armamento en 2024.
- Consejo de la Shura: El órgano de liderazgo enfrenta críticas por decisiones estratégicas durante la guerra.
- Naim Qassem: El líder busca equilibrar facciones para mantener la unidad del grupo.
- Contexto político: Las tensiones internas coinciden con desafíos políticos en Líbano tras el alto el fuego.
Impacto del alto el fuego y contexto regional
El alto el fuego entre Israel y Hezbolá, alcanzado a fines de 2024, buscó estabilizar la frontera entre ambos, pero ha enfrentado desafíos. Según The Times of Israel, Hezbolá ha intentado mantener presión con ataques limitados, como el lanzamiento de un dron contra el Monte Hermón en julio de 2024, reportado por The Jerusalem Post. Israel, por su parte, ha respondido con operaciones selectivas, como el ataque a un edificio en Damasco frecuentado por oficiales de Hezbolá y el CGRI iraní en octubre de 2024.
El medio hebreo Haaretz señaló que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado la vigilancia en la frontera con Líbano, anticipando posibles violaciones del alto el fuego por parte de Hezbolá. La inteligencia israelí, según Maariv, ha identificado divisiones en el grupo, con algunos sectores cuestionando la dependencia de Irán tras las pérdidas sufridas. Sin embargo, Qassem ha resaltado en discursos recientes, citados por Al-Nahar, la necesidad de mantener la “resistencia” frente a Israel.
la guerra de 2024 no solo afectó a Hezbolá militarmente, sino también políticamente en Líbano. Al-Nahar reportó que las dificultades económicas y la percepción de debilitamiento han generado críticas internas al grupo, que históricamente ha dominado la política libanesa. La oposición a medidas disciplinarias, según el periódico, busca evitar una crisis que pueda erosionar aún más la influencia de Hezbolá en el país.

El reporte de Ynet agrega que Israel observa con atención estas divisiones, considerando que un Hezbolá debilitado podría limitar su capacidad de coordinar ataques con otros grupos respaldados por Irán, como Hamás. No obstante, las FDI permanecen en alerta, especialmente tras incidentes como el ataque con dron a la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu en octubre de 2024, reivindicado por Hezbolá y reportado por CNN.
Antecedentes de la guerra y situación actual
La guerra entre Israel y Hezbolá en 2024 marcó una escalada tras años de tensiones. la guerra se intensificó luego del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que desencadenó enfrentamientos en múltiples frentes. Hezbolá, según The Jerusalem Post, incrementó sus ataques con drones y cohetes, mientras Israel respondió con bombardeos y operaciones terrestres limitadas en el sur de Líbano. La muerte de Nasrallah, reportada por theconversation.com, y otros líderes clave, debilitó la cadena de mando del grupo.

El alto el fuego, mediado por actores internacionales, ha permitido una relativa calma, pero las violaciones esporádicas persisten. The Times of Israel informó que Israel ha reforzado sus defensas aéreas en el norte, mientras Hezbolá intenta reconstituir su arsenal, según fuentes de inteligencia citadas por Maariv. La situación en Líbano, agravada por la crisis económica, añade presión a Hezbolá para resolver sus disputas internas sin alienar a sus bases.
El debate interno, según Al-Nahar, no solo se centra en la rendición de cuentas, sino en la estrategia futura de Hezbolá frente a Israel y su rol en la política libanesa. Qassem, en un intento por estabilizar la organización, ha evitado hasta ahora decisiones drásticas, pero las tensiones persisten, según el medio libanés y reportes de Ynet. Israel, mientras tanto, mantiene su enfoque en neutralizar cualquier amenaza emergente desde Líbano, según declaraciones de oficiales de las FDI citadas por Haaretz.