Conductores en la principal autopista de Tel Aviv encontraron el miércoles nuevos carteles gigantes con la imagen de Donald Trump y la frase: “Gracias, señor presidente”. Colocados por Republicans Overseas Israel, los carteles no detallaban el motivo, aunque los israelíes sospechaban que se relacionaba con una reciente declaración del mandatario estadounidense. Trump había prometido que “todos” los palestinos dejarían Gaza y que Estados Unidos asumiría el control, lo que generó reacciones diversas.
Mientras algunos israelíes se mostraron eufóricos, otros cuestionaron la viabilidad de la propuesta. Orian Canetti, madre de familia en Jaffa, expresó desconcierto, afirmando que lo dicho por Trump carecía de sentido lógico. Desde Judea y Samaria, Barak Moore celebró la idea de desmantelar a Hamás, aunque rechazó la posibilidad de que Estados Unidos se apropiara del territorio, citando motivos religiosos.
Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, los israelíes debaten el futuro de Gaza. Aunque el gobierno no ha presentado un plan concreto, existe consenso en que Hamás no debe volver al poder. Para algunos, la propuesta de Trump refuerza esa idea. Adalia Citron, residente de Beit Shemesh, elogió el mensaje de firmeza enviado por el expresidente, sosteniendo que los recursos destinados a Gaza fueron utilizados para actividades terroristas.
En redes sociales, memes y comentarios satíricos se multiplicaron. Un usuario bromeó con la idea de instalar tiendas estadounidenses como Starbucks y Nordstrom en Gaza. Sin embargo, el miércoles por la noche, la Casa Blanca aclaró que Trump no pretende invertir dinero ni enviar tropas para reconstruir el área.
Yovav Kalifon, de Tel Aviv, afirmó que el plan se alinea con las promesas de Netanyahu sobre Gaza, pero otros lo criticaron por desconocer los lazos profundos de los palestinos con su tierra. Huda, madre árabe en Jaffa, aseguró que los habitantes de Gaza nunca abandonarían su territorio, incluso ante promesas de lujo. Avner Goren, trabajador en el mismo café, señaló que la “Nakba” es un elemento central en la identidad palestina, difícil de superar.
El escepticismo sobre la capacidad de Estados Unidos para gestionar una reconstrucción masiva también fue compartido. Shlomi Ben Shimol, evacuado por la guerra con Hezbolá, expresó preocupación por el caos que podría generarse. Por su parte, Daniel Ohana consideró que, si Trump lograra evacuar al 20% de la población de Gaza, sería un éxito parcial.
El periodista Matthew Kalman calificó la propuesta de delirante, afirmando que no se resolverían los problemas mediante fantasías. No obstante, Michael Bassin, ciudadano israelí-estadounidense, defendió que soluciones innovadoras eran necesarias para romper con el ciclo de violencia en Gaza.
En el café de Jaffa, Canetti resumió su resignación con una declaración irónica: “De todos modos, me mudaré a Groenlandia”.