Un grupo de líderes de la industria televisiva israelí, guionistas y profesionales enviaron una carta a Netflix tras una visita reciente a la región. En el documento, advirtieron que, sin un marco regulatorio que obligue a las plataformas de streaming a invertir en contenido local, la producción original israelí podría desaparecer. Entre los firmantes se encuentran Lior Tamam, director ejecutivo del Gremio de Guionistas, Eliran Elya, presidente del Gremio de directores, y el guionista Daniel Lappin.
El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, presentó hace más de 18 meses un proyecto de ley que exige a los proveedores de contenido internacionales destinar entre el 2% y el 4% de sus ingresos locales a producciones israelíes, dependiendo del tamaño de su operación. La iniciativa está actualmente en revisión por los ministerios de Justicia y Comunicaciones.
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La carta enviada a Netflix destacó que la industria local israelí pierde decenas de millones de shekels anuales. “Pronto no habrá nada que comprar y transmitir, ni segundas temporadas en las que invertir”, señalaron. Aunque Netflix no es el principal responsable, los firmantes argumentaron que la plataforma es parte del problema.
A finales de enero, ejecutivos de Netflix, incluido Larry Tanz, vicepresidente de contenido para Europa, Medio Oriente y África, visitaron Israel para discutir la Ley de Radiodifusión y reunirse con creadores locales y el ministro Karhi. Netflix no ha respondido a las solicitudes de comentarios de The Times of Israel y no revela su base de suscriptores en el país. Sin embargo, se estima que la plataforma tiene más de 1,5 millones de clientes en Israel, cifra comparable a la suma de suscriptores de Hot y Yes.
Lior Tamam subrayó que la industria israelí no podría existir sin regulación. “No somos como el mercado estadounidense, que no necesita un marco regulatorio debido a su tamaño y las inversiones que recibe”, explicó. La industria local busca emular el modelo europeo, donde las plataformas de streaming están obligadas a invertir en producciones locales.
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En diciembre, Larry Tanz reveló que Netflix invirtió 6.500 millones de euros en series y películas europeas en idiomas no ingleses durante 2023, según The Hollywood Reporter. Aunque la plataforma adquiere programas israelíes, no invierte directamente en su producción, lo que, según los expertos, es esencial para mantener viva la industria.
Daniel Lappin, guionista de programas como “Zehu Ze”, describió la situación como una ecuación simple: “Los ingresos de Hot y Yes disminuyen debido a Netflix, lo que reduce la producción de contenido original israelí. Están tomando una parte del mercado sin contribuir adecuadamente”, afirmó.
Esti Namdar, guionista de “Beauty Queen of Jerusalem”, producida por Yes y adquirida por Netflix, destacó que muchos escritores exitosos podrían trabajar en otros países o idiomas, pero prefieren hacerlo en Israel, en hebreo. “Si quieres hacer un drama televisivo israelí, necesitas una cadena local que lo financie y lo produzca”, explicó.
Tamam concluyó con una advertencia: “Vemos cómo el trabajo creativo se está yendo al traste. Sin inversión, no habrá nadie más que haga televisión israelí. Sí, somos geniales, pero se necesita apoyo financiero para mantener viva la industria local”.