Una investigación filtrada de las FDI revela que el 7 de octubre de 2023 solo un soldado estaba de guardia en la entrada del puesto militar de Nahal Oz, según informó el Canal 12.
El ataque, perpetrado por Hamás, dejó más de 50 soldados muertos y 10 secuestrados en esta base, ubicada a menos de un kilómetro de la frontera con Gaza. En ese momento, 162 militares se encontraban en el lugar, de los cuales 81 eran combatientes armados y otros 9 portaban armas, pero sin entrenamiento para el combate. Esto significa que la mitad del personal presente no estaba preparado para enfrentar un asalto.
Hamás había estudiado la base durante años, conociendo en detalle su distribución, incluso la ubicación de cada habitación. Además, el grupo terrorista sabía que la base funcionaría con menos personal debido a la festividad judía de Simjat Torá, que coincidió con un sábado ese año.
Según la investigación, los preparativos finales del ataque comenzaron la noche del 6 de octubre, unas 12 horas antes de que sonaran las sirenas en el sur de Israel. Aunque oficiales superiores fueron alertados sobre movimientos sospechosos, decidieron no desplegar refuerzos en la frontera. El informe indica que, de haberse dado la orden de movilización, el resultado de la batalla habría sido distinto.
Otro hallazgo clave apunta al impacto del bombardeo incesante de cohetes, que permitió a los terroristas asesinar a numerosos soldados concentrados en refugios antiaéreos dentro de la base.
Los resultados oficiales de la investigación serán presentados a las familias afectadas el jueves y luego se harán públicos.