Donald Trump ordenó cesar los ataques contra los hutíes en Yemen tras costos de mil millones de dólares y resistencia del grupo, según The New York Times.
Trump ordena fin de campaña militar contra hutíes en Yemen
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso fin a una costosa campaña militar contra los hutíes en Yemen tras dos meses de intensos bombardeos que no lograron neutralizar al grupo respaldado por Irán, informó The New York Times el 12 de mayo de 2025. La decisión, tomada tras frustraciones por la falta de avances y costos superiores a 1.000 millones de dólares en el primer mes, marcó un giro en la estrategia estadounidense en el mar Rojo. Según funcionarios citados por el diario, Trump exigió resultados en 30 días, pero los hutíes continuaron atacando barcos y derribando drones, mientras Estados Unidos perdió dos cazas F/A-18 Super Hornet valorados en 134 millones de dólares y varios drones Reaper.
La administración Trump presentó el alto el fuego, mediado por Omán, como una victoria, afirmando que los hutíes solicitaron paz tras una supuesta degradación de sus capacidades. Sin embargo, el acuerdo no incluyó garantías sobre ataques contra Israel o barcos no estadounidenses, lo que generó críticas y preocupaciones en Jerusalén. Un alto funcionario hutí, Mohammed Ali al-Hutí, celebró el cese de bombardeos como una “victoria” y afirmó que los ataques contra Israel continuarían, según reportó Reuters el 7 de mayo de 2025.
La campaña, bautizada Operation Rough Rider, comenzó el 15 de marzo de 2025 con el objetivo de reabrir el tráfico marítimo en el mar Rojo, afectado por ataques hutíes a barcos vinculados a Israel. Desde marzo, el Pentágono gastó aproximadamente 775 millones de dólares en 2.000 bombas y misiles, sin lograr establecer superioridad aérea sobre los hutíes, según NBC News. La pérdida de equipo militar, incluida la caída accidental de dos cazas desde el portaaviones USS Harry S. Truman, elevó los costos y complicó la operación.
El plan inicial, inspirado en la exitosa campaña de Israel contra Hezbolá, proponía eliminar las defensas aéreas hutíes mediante ataques aéreos, seguido de asesinatos selectivos. Sin embargo, Trump aprobó solo parcialmente esta estrategia, limitando su alcance y duración, informó The New York Times. La falta de inteligencia en terreno y la capacidad hutí para derribar drones de reconocimiento dificultaron la evaluación de los daños infligidos, según funcionarios estadounidenses.

Datos clave sobre la campaña contra los hutíes
- Inicio: 15 de marzo de 2025, bajo el nombre Operation Rough Rider.
- Costo: Más de 1.000 millones de dólares en el primer mes, incluyendo 775 millones en municiones.
- Pérdidas: Dos cazas F/A-18 Super Hornet (134 millones de dólares) y siete drones Reaper.
- Mediación: Omán facilitó el alto el fuego, anunciado el 6 de mayo de 2025.
- Impacto en Israel: Los hutíes continuaron ataques, incluyendo un misil contra el aeropuerto Ben Gurion el 4 de mayo de 2025.
Israel sorprendido por tregua y ataques hutíes en Ben Gurion
Israel fue tomado por sorpresa por el anuncio de la tregua, que se dio a conocer durante una reunión de Trump con el primer ministro canadiense Mark Carney el 6 de mayo de 2025. Según Ynet, funcionarios israelíes expresaron que Jerusalén no fue informada previamente, a pesar de la reciente escalada con los hutíes. Días antes, el 4 de mayo, un misil hutí impactó cerca del aeropuerto Ben Gurion, hiriendo a varias personas y causando daños económicos al suspenderse vuelos internacionales. En respuesta, la Fuerza Aérea Israelí lanzó ataques el 5 y 6 de mayo contra el aeropuerto de Saná y el puerto de Hodeidah, destruyendo infraestructura clave.
El medio hebreo Israel Hayom reportó el 7 de mayo que los ataques israelíes buscaban debilitar la capacidad hutí para lanzar misiles balísticos, pero el grupo continuó disparando contra Israel. Desde el alto el fuego, solo un misil hutí activó sirenas en Israel, mientras otros cayeron fuera de su territorio, según Maariv. El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró el 7 de mayo: “Israel se defenderá solo si es necesario”, destacando la capacidad del país para realizar operaciones de largo alcance en Yemen sin apoyo estadounidense.
La resiliencia hutí, apoyada por el terreno montañoso de Yemen y tácticas de guerrilla, complicó tanto los esfuerzos estadounidenses como israelíes. The Times of Israel señaló el 8 de mayo que, pese a la destrucción de arsenales y liderazgos hutíes, el grupo mantuvo su capacidad operativa, reabasteciéndose con apoyo iraní. Un informe de inteligencia citado por The New York Times indicó que las capacidades hutíes podrían recuperarse rápidamente, lo que plantea desafíos para Israel, que ahora enfrenta al grupo sin la cooperación militar estadounidense previa.
El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, jugó un rol clave en las negociaciones con Omán, que también se vincularon a discusiones sobre el programa nuclear de Irán, según The New York Times. Dos funcionarios iraníes afirmaron que Teherán presionó a los hutíes para aceptar la tregua, buscando avanzar en las negociaciones nucleares con Washington. Sin embargo, el acuerdo no abordó los ataques hutíes contra Israel, lo que generó preocupación en Jerusalén sobre su aislamiento en este frente.
Contexto regional y costos estratégicos de la campaña

La campaña contra los hutíes se inició tras sus ataques a barcos en el mar Rojo, que representaban el 15% del comercio marítimo global. Los hutíes justificaron sus acciones como respuesta al bloqueo de Israel en Gaza, lo que intensificó las tensiones regionales. Reuters reportó el 7 de mayo que el acuerdo mediado por Omán se limitó a proteger barcos estadounidenses, dejando a Israel y otros países vulnerables a nuevos ataques. La decisión de Trump también respondió a preocupaciones internas sobre el agotamiento de municiones, que podrían ser necesarias para defender a Taiwán frente a China, según The New York Times.
En Israel, medios como Ynet y Maariv destacaron el impacto económico del ataque al aeropuerto Ben Gurion, que paralizó temporalmente el turismo y el comercio aéreo. Los ataques israelíes en Yemen, que mataron a al menos tres personas en Saná, fueron descritos por Israel Hayom como una advertencia a los hutíes, pero también como una señal de autonomía militar tras la decisión estadounidense. La falta de coordinación con Estados Unidos generó debates en Jerusalén sobre la dependencia de aliados en conflictos regionales.
El cese de los bombardeos estadounidenses no alteró el control hutí sobre el noroeste de Yemen, donde dominan desde 2014 tras derrocar al gobierno reconocido internacionalmente. The Times of Israel señaló que el grupo, fortalecido por el respaldo de Irán, se ha consolidado como un actor no estatal clave en el Oriente Medio, capaz de desafiar a potencias mundiales. La tregua, aunque presentada como un logro por Trump, dejó preguntas sobre su efectividad a largo plazo, especialmente para Israel, que enfrenta una amenaza persistente.
La Casa Blanca defendió la tregua como “un buen acuerdo para Estados Unidos y su seguridad”, según una portavoz citada por The New York Times. Sin embargo, la percepción en Israel y entre analistas es que los hutíes emergieron fortalecidos, al resistir una campaña militar masiva sin ceder en sus objetivos contra Israel. La situación subraya las complejidades de los conflictos en el Oriente Medio, donde intereses estratégicos de Estados Unidos, Israel e Irán convergen en un delicado equilibrio.