El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, enfrentan crecientes desacuerdos sobre sus enfoques para el Medio Oriente, especialmente en la Franja de Gaza. Según NBC, citando a funcionarios estadounidenses no identificados, Trump rechaza los planes de Netanyahu para una operación militar ampliada en Gaza, considerándola un esfuerzo inútil que obstaculiza su visión de reconstruir el enclave como una “Riviera del Medio Oriente”.
Por su parte, Netanyahu muestra frustración con la política estadounidense hacia Irán, particularmente por las negociaciones nucleares y el reciente acuerdo con los hutíes, respaldados por Teherán. Washington pactó detener su campaña de bombardeos contra los hutíes a cambio de que cesen sus ataques marítimos, una decisión que sorprendió a Israel, que no fue informado previamente. Un funcionario estadounidense señaló que Israel está “preocupado por cualquier acuerdo” con Irán para frenar sus ambiciones nucleares, mientras dos fuentes indican que Netanyahu considera estas negociaciones una pérdida de tiempo, convencido de que Teherán incumplirá cualquier pacto. Israel aboga por atacar las instalaciones nucleares iraníes, argumentando que el tiempo para actuar se agota con las prolongadas conversaciones.
A pesar de los reportes, funcionarios israelíes y estadounidenses niegan tensiones entre ambos líderes. El embajador estadounidense Mike Huckabee calificó los informes de “imprudentes e irresponsables”. Netanyahu, en una reunión a puertas cerradas del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa, desmintió cualquier ruptura, según el periodista Amit Segel de Canal 12. “No hay brechas con los estadounidenses”, afirmó, destacando que el ministro Ron Dermer viaja frecuentemente a Washington. Acusó a los reportes de ser una “campaña” con motivos políticos.
Netanyahu aclaró que Israel no solicitó permiso para atacar a los hutíes y tampoco lo hace para sus planes en Gaza. Añadió que Estados Unidos se involucró voluntariamente con los hutíes y prometió retirarse cuando los ataques cesaran. Estas diferencias reflejan prioridades divergentes, con Trump enfocado en acuerdos diplomáticos y Netanyahu en acciones militares decisivas.