Los fiscales de Alemania dijeron que no tenían pruebas suficientes para procesar a un hombre de 95 años que fue deportado de Estados Unidos por ser sospechoso de participar en crímenes de guerra nazis.
La Fiscalía de Celle, en el norte de Alemania, retiró el mes pasado todos los cargos contra Friedrich Karl Berger, que fue deportado en febrero, informó Der Spiegel.
Un juez de Inmigración de EE.UU. determinó el año pasado que Berger había prestado servicios en un subcampo del sistema de campos de concentración de Neuengamme, cerca de Hamburgo, donde los judíos y otras personas habían sido retenidos en condiciones “atroces”, según dijo el tribunal.
Berger había entrado en Estados Unidos procedente de Canadá en 1959 y vivió durante muchos años en Tennessee, recibiendo una pensión de toda Alemania por su servicio militar.
Fue deportado en virtud de una ley de 1978, conocida como la Enmienda Holtzman, que prohíbe entrar o vivir en Estados Unidos a cualquier persona que haya participado en una persecución patrocinada por los nazis. Una junta de apelación confirmó la decisión en noviembre.
Berger admitió haber “vigilado a prisioneros en un campo de concentración que no se utilizó para el asesinato sistemático de los prisioneros”, dijeron los fiscales en su decisión de cerrar el caso. Esto “no es suficiente como tal para probar el crimen”.
Alemania ha procesado a varios acusados de ser cómplices de los crímenes de guerra nazis desde la condena en 2011 en Múnich del ex guardia del campo de concentración John Demjanjuk. El caso Demjanjuk sentó el precedente de que ser guardia de un campo de exterminio era suficiente para probar la complicidad en el asesinato.