Un parque en las afueras de la capital letona, Riga, albergará próximamente un memorial en honor a las víctimas del campo de concentración Jungfernhof, operado por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Latvia y el campo de concentración Jungfernhof
A finales de 1941, aproximadamente 4,000 judíos fueron deportados al campo de concentración Jungfernhof, donde fueron asesinados o trabajaron hasta la muerte en cuestión de meses. La experta en arte público, Karen Frostig, inició un proyecto para honrar la memoria de estas víctimas, incluidos sus abuelos.
El campo de concentración no tenía registros ni fotografías, y cuando Frostig lo visitó en 2007 y 2010, estaba lleno de basura sin rastro alguno del pasado. En 2010, presentó un proyecto de memorial a las autoridades letonas, pero fue rechazado por la ubicación remota del campo.
No obstante, Frostig persistió y, en 2019, el lugar se había transformado en un parque público. Ahora, el memorial, llamado “El Casillero de la Memoria”, está en desarrollo para honrar a las víctimas del Holocausto en Jungfernhof.
El Holocausto en Jungfernhof
El 26 de marzo de 1942, más de 1,800 judíos fueron asesinados en la “Dünamünde Aktion”, una masacre dirigida por la policía auxiliar letona bajo la supervisión de oficiales de las SS alemanas. Los nombres de las víctimas de esta operación y otros judíos asesinados en Jungfernhof serán inscritos en el memorial propuesto por Frostig.
El Casillero de la Memoria también incluirá un jardín y una estructura en forma de dosel sobre la fosa común, pero no se construirá ni plantará nada sobre el suelo donde yacen 800 cadáveres.
Un proyecto participativo para recordar la historia del campo de concentración de Jungfernhof
Frostig ha unido a interesados en Letonia, Alemania y Austria, así como a sobrevivientes y descendientes de Jungfernhof en torno al proyecto. Su objetivo es restaurar la historia de un lugar olvidado y mantener viva la memoria de lo que ocurrió allí.
El proyecto incluye herramientas interactivas para que los visitantes aprendan por sí mismos, como mapas en 3D de la región con sitios de asesinatos del Holocausto marcados e información sobre los “transportes” de judíos llevados a Jungfernhof durante la existencia del campo.
Letonia enfrenta su pasado con relación al Holocausto
Según Frostig, tanto la comunidad judía como las autoridades letonas apoyan el desarrollo de un memorial permanente en el sitio. Sin embargo, algunos letones no reconocen la colaboración de su país con el nazismo y aún se rinde homenaje a colaboradores nazis, como la Legión Letona, una formación de las Waffen-SS.
Con Rusia en expansión en sus fronteras, Letonia se encuentra en un punto de inflexión, enfrentando su pasado y demostrando su compromiso con la democracia. Frostig planea visitar Riga este verano para continuar con el proyecto del memorial.
Descubriendo la fosa común de Jungfernhof
Frostig trabaja junto a investigadores para identificar la fosa común en Jungfernhof, a pesar de los intentos alemanes por borrar evidencias de los asesinatos. Utilizando un radar de penetración en el suelo (GPR), los investigadores ya descartaron una estructura de granero como fosa común.
La mayoría de los memoriales del Holocausto se encuentran en centros urbanos, pero el terreno verde de Jungfernhof ha sido una fuente de inspiración para Frostig mientras crea sus propias conexiones táctiles con el lugar donde sus abuelos fueron asesinados.
El legado de Jungfernhof
El proyecto del memorial en Jungfernhof busca mantener viva la memoria de las víctimas del Holocausto y servir como un recordatorio para las generaciones futuras. La tierra en ese lugar es especial, simbolizando las profundas memorias de un pasado inimaginable y apoyando el proceso de sanación.