El Holocausto se vuelve más distante con cada año que pasa. En el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau, los judíos de todo el mundo seguirán encendiendo velas conmemorativas. Sin embargo, los estudios muestran que el 48% de los encuestados en 11 ciudades de Rusia no pudieron responder a la pregunta “¿Qué es el Holocausto?” mientras que el 72% estuvo de acuerdo en que “la atención al Holocausto refleja los intereses de los judíos”. Nuestras ceremonias anuales de duelo no están salvando a la humanidad del olvido y el odio.
A pesar de que se abolió el antisemitismo oficial en la ex Unión Soviética, de que se crearon condiciones favorables para el desarrollo de las comunidades judías y de que se registró una importante disminución de los crímenes antisemitas, las teorías antisemitas siguen floreciendo en Rusia sobre la historia del Holocausto. Se acusa a los judíos de crear el “culto del Holocausto” así como de falsificar pruebas. Existe la creencia generalizada de que los líderes judíos destruyeron a los judíos europeos para establecer el Estado de Israel, y rumores generalizados de que los judíos reciben compensación financiera y carta blanca por todos los “crímenes judíos” pasados y futuros, desde la crucifixión de Jesús hasta el inicio de las guerras mundiales por parte de los banqueros judíos.
Los jóvenes Estados post-soviéticos todavía están atravesando un complejo proceso de descomunización y un rediseño total de la memoria histórica. Esto ocasionalmente “purifica” los nombres de los activistas nacionales aliados con los nazis que públicamente abogaron por las ideologías antisemitas.
El director de los estudios de Yad Vashem, Aaron Weiss, estima que los nacionalistas ucranianos exterminaron a 28.000 judíos solo en el oeste de Ucrania. Hoy en día, los nombres de algunos de estos asesinos han sido elevados a la categoría de héroes de la resistencia nacional. Además, la ley ucraniana prohíbe mostrar falta de respeto hacia los héroes nacionales, lo que básicamente incluye cualquier mención de sus atrocidades contra los judíos.
Se han erigido monumentos en honor a los activistas que participaron directamente en el exterminio de los judíos ucranianos. Por ejemplo, se dedicó una placa conmemorativa en honor del Hauptsturmführer “Galicia” de las SS, Dmitry Paliev, en la ciudad de Kalush. Otros “héroes” similares han recibido un honorable “estatus de participante en las hostilidades” y han sido inscritos en la lista de figuras históricas cuyos aniversarios se celebran a nivel estatal.
En Rusia también se han registrado intentos de reducir el alcance del Holocausto y glorificar los nombres de los colaboradores nazis. De acuerdo con diversas encuestas, los rusos creen ampliamente que ellos, y no los judíos, fueron las principales víctimas de la maquinaria de exterminio nazi.
Un ejemplo destacado es el escándalo relativo a Zmievskaya Balka, el mayor lugar de asesinato masivo de judíos en suelo ruso, donde fueron masacradas 27.000 víctimas, en su mayoría judíos. Las autoridades de Rusia han hecho todo lo posible por no notar el carácter judío de las víctimas. Sólo después de años de lucha pública se instaló una nueva placa conmemorativa, en la que se menciona a los judíos junto con las víctimas de otras nacionalidades.
Los estudios muestran una correlación entre el nivel de conocimiento sobre el Holocausto y el nivel de tolerancia en la sociedad. Considerando la creciente ola de antisemitismo, es extremadamente importante llamar la atención sobre la necesidad de una legislación relevante que integre los estudios sobre el Holocausto en los programas educativos del Estado, y que permita la adecuada persecución de los actos antisemitas.