Una casa de campo abandonada cerca de Berlín, que perteneció al infame ministro de Propaganda del régimen nazi, Joseph Goebbels, podría convertirse en una comuna para artistas y desfavorecidos, que contará con un “museo de la tolerancia”, según informó el mes pasado la revista mensual de arte londinense The Art Newspaper.
El terreno, situado en Bogensee -a unos 15 kilómetros al norte del centro de Berlín- fue regalado a Goebbels por Hitler en 1936. Allí, Goebbels construyó un extenso complejo de 70 habitaciones, con un cine privado, un búnker y cuarteles de las SS.
La construcción fue cofinanciada por la compañía cinematográfica alemana UFA, que fue una importante herramienta para difundir la odiosa propaganda nazi fascista y antisemita.
Los historiadores afirman que en este lugar Goebbels mantuvo varias relaciones extramatrimoniales con jóvenes actrices, incluida la estrella de cine checa Lida Baarova, antes de trasladar a su familia a la casa.
En 1943, Goebbels escribió su famoso discurso “Guerra total” en la Casa Bogensee, en el que instaba a los ciudadanos de la Alemania nazi a seguir luchando en la guerra, a pesar de que las mareas de la guerra se habían vuelto en su contra.
Después de que Goebbels matara a su mujer y a sus seis hijos y se suicidara, el complejo pasó al control de Alemania Oriental. Se amplió durante la época estalinista y sirvió como colegio juvenil durante la mayor parte de la Guerra Fría.
Desde la reunificación de Alemania, el complejo ha caído en desuso, y el ayuntamiento de Berlín no ha conseguido vender la propiedad debido a su problemática historia y a los elevados costes de mantenimiento, que los medios locales estiman en unos 230.000 euros anuales.
Hasta que el grupo cooperativo sin ánimo de lucro LKC Bogensee (Life & Creativity Bogensee Campus) propuso convertir el complejo en un modelo de ecoaldea, con un “museo de la tolerancia”, un teatro, múltiples talleres de escultores y artesanos, un restaurante vegano, un supermercado sin ánimo de lucro y un centro de salud homeopático, además de un complejo de viviendas comunitarias para unas 250 personas, con prioridad para los desfavorecidos de la sociedad, sobre todo inmigrantes y discapacitados.
Según un comunicado del grupo, la misión del museo es tratar la historia de los “dos regímenes totalitarios” del lugar, evitando al mismo tiempo que el edificio se convierta en un “lugar de peregrinación histórica revisionista” para los neonazis.
Aunque los políticos berlineses han considerado la posibilidad de demoler el complejo en los últimos años, ahora se han iniciado conversaciones entre el grupo LKC Bogensee y las autoridades berlinesas para considerar la iniciativa, siempre que el proyecto pueda completarse en un plazo inferior a diez años, según informó en febrero The Art Newspaper.
El grupo tiene previsto financiar el proyecto mediante una mezcla de crowdfunding y fondos privados.
Según un informe publicado el viernes por el Daily Mail del Reino Unido, ya están en conversaciones con una empresa local de energía renovable, Barnim Energie, para apoyar los planes.