El 4 de octubre se inauguró en el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau en Oświęcim (Polonia) una nueva exposición para Austria, con revisiones para que sea más precisa desde el punto de vista histórico que la versión anterior, que data de 1978.
La exposición “Distance – Austria y Auschwitz” se presentó en una ceremonia organizada por el presidente del Fondo Nacional de la República de Austria para las Víctimas del Nacional Socialismo, el presidente del Consejo Nacional y el director del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau.
La comunidad judía estuvo representada por Oscar Deutsch, presidente de la Sociedad Religiosa Israelita de Austria, y los vicepresidentes Claudia Prutscher y Dezoni Dawaraschwili.
“Auschwitz es el mayor cementerio del mundo”, dijo Deutsch.
Dijo que en décadas anteriores no hubo ningún intento serio de enfrentarse al pasado por parte de la sociedad austriaca en general. Sin embargo, hoy el ambiente es diferente.
“Ya no conmemoramos solos como comunidad judía, sino junto con los dirigentes del Estado y con jóvenes de toda Austria”, dijo.
Destacó la importancia de la nueva exposición austriaca, ya que “el recuerdo está al servicio del futuro, de nuestros hijos y de las generaciones posteriores”.
En la ceremonia, Deutsch leyó una carta que su abuela empezó a escribir el día antes de ser deportada a Auschwitz en 1943.
“Permite asumir lo que ocurrió. No se trata solo de estadísticas, sino de vidas humanas”, dijo.
El Presidente de Austria, Alexander van der Bellen, dijo a la audiencia que muchos austriacos fueron autores durante el Holocausto.
“El racismo y el antisemitismo de los nazis no cayeron del cielo. Auschwitz no cayó del cielo”, dijo. “Es nuestra voluntad y nuestra obligación preservar la memoria de las víctimas”.
La ministra para Europa, Karoline Edtstadler, añadió: “Las raíces del odio siguen presentes hoy en día en medio, incluso en lo más profundo de la sociedad”.
El título de la exposición – “Distancia”- hace referencia a la distancia geográfica entre Austria y Auschwitz y también a la distancia entre los judíos de Austria deportados a Auschwitz y sus vidas anteriores.
“Además del destino de las víctimas austriacas en Auschwitz y de la resistencia de los prisioneros austriacos en el campo de concentración, la nueva exposición cuenta la participación de los austriacos como autores y ayudantes en los crímenes cometidos allí”, decía un comunicado sobre la exposición.