A su regreso a Israel el domingo, Yaffa Issachar, cuya hija Naama, que fue condenada por un tribunal ruso a más de siete años de prisión por cargos de drogas, dijo que era cautelosamente optimista sobre las posibilidades de que su hija fuera liberada pronto.
Las esperanzas de Issachar están puestas en la visita planeada a Jerusalén del presidente ruso Vladimir Putin para el Foro Mundial del Holocausto para conmemorar el 75 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz en Polonia.
Mientras que la situación de Issachar es prominente en los informes de los medios israelíes, en Rusia está recibiendo mucha menos atención con el enfoque de la prensa sobre la visita de Putin y lo que puede esperar lograr durante su breve estadía.
La cuestión de la liberación de Issachar fue planteada en una llamada telefónica entre Benjamin Netanyahu y el presidente ruso el jueves, según una lectura proporcionada por la Oficina del Primer Ministro.
Los rusos, sin embargo, no informaron de tal cosa en su versión publicada de la llamada, diciendo solamente que los dos líderes discutieron asuntos de interés común y la próxima visita de Putin a Jerusalén.
El gobierno ruso desea, al parecer, prestar menos atención a la persona encarcelada y más a la importancia simbólica de la visita.
El diario ruso Kommersant, citando a funcionarios del gobierno ruso, informó el jueves que Putin bien podría perdonar a Issachar en la víspera de su viaje, pero las mismas fuentes también expresaron su descontento por la negativa de Israel a devolver al hacker ruso Alexei Borokov a Moscú y su extradición a Estados Unidos en su lugar.
También subrayaron el deseo del Kremlin de ver un gesto o dos hacia Rusia si el indulto se produce.
Un gesto que los rusos están buscando es una declaración pública del presidente Reuven Rivlin o de Netanyahu, durante el Foro Mundial del Holocausto, que refuerce la narración de Putin de que Polonia está intentando reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Polonia y Rusia están en medio de una disputa diplomática sobre el papel de Polonia en la guerra, con Putin proclamando que fue responsable del estallido del conflicto mundial.
Una declaración a tal efecto por parte de un funcionario israelí de alto nivel durante el evento en Jerusalén puede ser vista como un gesto suficientemente significativo para que el presidente ruso perdone a la israelí encarcelada.
No pasará mucho tiempo antes de que averigüemos si ese fue realmente el trato.