El crudo estrella de Rusia, los Urales, alcanza valores superiores al límite establecido por el G7, mostrando una tendencia alcista en el mercado.
Comparativa con el Brent y tendencias del mercado
Según cifras oficiales del Ministerio de Finanzas ruso, en agosto, el crudo de los Urales registró una media de 74 dólares por barril. Aunque es una cifra levemente inferior a la del mismo mes en 2022, supera considerablemente el límite de 60 dólares establecido por el G7. Además, es superior a la media registrada en julio, que fue de 64,37 dólares por barril.
Para brindar un contexto más amplio, el Brent del Mar del Norte tuvo un precio medio de 86,20 dólares por barril en agosto. Mientras tanto, la media del crudo de los Urales entre enero y agosto de 2023 fue de 56,58 dólares por barril, cifra menor en comparación con los 82,13 dólares por barril en el mismo periodo de 2022.
Con estos datos, es evidente que agosto marcó el segundo mes consecutivo en que el crudo de los Urales ha superado la barrera del G7.
Implicaciones para compradores y el sector energético
El repunte en los precios del petróleo durante julio, y por consiguiente de los Urales y del grado ESPO, insinúa una posible alza en los ingresos fiscales para Rusia durante julio y agosto, en contraste con junio.
La dinámica cambiante del mercado petrolero ha llevado a decisiones claves en el gobierno ruso. A fines de julio, el presidente Vladimir Putin promulgó cambios al código fiscal energético, reduciendo el descuento del crudo de los Urales respecto al Brent a 20 dólares por barril desde septiembre, en lugar del descuento previo de 25 dólares.
Adicionalmente, las enmiendas prevén reducir al 50 % las subvenciones a refinerías rusas desde septiembre de 2023 hasta finales de 2026.
Modificaciones fiscales y su impacto en las exportaciones
Rusia ha decidido incrementar su impuesto a la exportación de petróleo, estableciendo una tarifa de 21,40 dólares por tonelada desde el 1 de septiembre. Este nivel representa el más elevado del año en curso, evidenciando el interés del Estado en maximizar los ingresos derivados del petróleo ante el alza en los precios del crudo.
El impuesto anterior para la exportación de petróleo estaba establecido en 16,90 dólares por tonelada.