MANAMA – El presidente Isaac Herzog se reunió el domingo con miembros de la comunidad judía de Bahréin en Manama, recibiendo un libro de oraciones con traducción al árabe, un libro sobre la historia de la comunidad judía autóctona y una copia del permiso de 1931 para abrir la sinagoga local.
Entre los asistentes se encontraban el jefe de la comunidad, Ebrahim Nonoo, la ex embajadora en Estados Unidos, Houda Nonoo, y la miembro del Consejo de la Shura de Bahréin, Nancy Khedouri.
El reino, según un censo de 2011 citado por el Congreso Judío Mundial, alberga a unos 30 judíos. Su comunidad judía se remonta a unos 140 años, a finales del siglo XIX, y alberga el único cementerio judío en funcionamiento de la región del Golfo Pérsico.
El presidente estuvo en el reino insular en el marco de la primera visita oficial de un presidente israelí a Bahréin. El entonces primer ministro Naftali Bennett lo visitó en febrero, convirtiéndose en el primer premier israelí en hacerlo.
A primera hora del día, Herzog tuvo una ceremonia de bienvenida que incluía una guardia de honor y fue recibido por el rey Hamad bin Isa Al Khalifa.
El presidente y el rey “hablaron de la importancia que sus países conceden a su relación bilateral y de la ampliación de la cooperación entre Israel y Bahréin”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado de prensa. El presidente también entregó al rey una mezuzá de plata como regalo, que simboliza los buenos deseos y la buena voluntad.
La visita del presidente estuvo precedida por protestas en Bahréin, con decenas de manifestantes afiliados a la oposición Bahréiní que coreaban “Muerte a Israel” y portaban pancartas en las que llamaban a Herzog “criminal” y decían que “no se le quiere [en Bahréin]”.
El lunes, Herzog se dirigió a los Emiratos Árabes Unidos para la segunda etapa del viaje.