El 9 de agosto se produjeron explosiones masivas en el aeródromo militar cercano a la ciudad de Saki, en la Crimea anexionada. Según testigos presenciales, hubo más de diez explosiones. Los testigos dicen que “las ventanas temblaban y las alarmas de los coches se dispararon” a 20 km de la base aérea de Novofedorivka
El jefe de la Crimea anexionada, Sergei Aksyonov, dijo que se ha establecido una zona de seguridad de cinco kilómetros alrededor de la base. Los equipos de ambulancia y los aviones médicos están trabajando en el lugar de los hechos. Una persona ha muerto. Unas 30 personas fueron evacuadas de las casas situadas cerca del lugar de las explosiones en la localidad turística de Novofedorivka. Según el canal de telegramas Baza, los residentes locales informaron de un gran número de ambulancias que se dirigieron hacia Novofedorivka desde Yevpatoria.
El periódico local Krymskaya Pravda informó de que “la causa de las explosiones en el territorio de la base aérea de Novofedorivka fue un incendio durante la carga de combustible”. Más tarde, el Ministerio de Defensa ruso declaró que “algunas municiones de aviones detonaron en el lugar de almacenamiento derrumbado”. Nadie resultó herido en la explosión. El equipamiento del aeródromo no ha sufrido daños”. El Ministerio de Defensa ruso señaló específicamente que “no hubo daños por fuego en el lugar de almacenamiento de municiones colapsado en el aeródromo”.
El Ministerio de Defensa ucraniano aún no ha hecho comentarios al respecto. Anteriormente, las Fuerzas Armadas de Ucrania no descartaron la posibilidad de utilizar MLRS HIMARS para atacar objetivos militares rusos en Crimea.
En la base aérea de Saki, cerca de la localidad de Novofedorivka, tienen su base aviones y helicópteros, incluida la aviación naval. Además, hay un lugar de entrenamiento de la aviación naval rusa.
Según los medios de comunicación ucranianos, el aeródromo era utilizado por aviones que realizaban ataques en el territorio de Ucrania.
Tras una serie de explosiones en el aeródromo militar ruso, los veraneantes abandonaron las playas de Novofedorivka presas del pánico. Algunos turistas y lugareños están tratando de salir por completo de la península.
Se informa de que hay enormes atascos en las carreteras que se acercan al puente de Crimea.
Al mismo tiempo, los representantes de las fuerzas del orden asustan aún más a la gente, informa el canal de Telegram “Caution, news”, citando a la propietaria de un hotel local, Ekaterina.
“Las autoridades no dicen nada. La única información que teníamos era la de los policías de tráfico y de las patrullas que nos encontramos por el camino. Nos dijeron más o menos: ‘Ya está, váyanse. Váyanse de aquí. La guerra ha comenzado’. Daba mucho miedo. Todo el mundo está preocupado, los niños lloran. Es terrible”, dijo Ekaterina.
Ekaterina no pudo salir del pueblo y decidió quedarse en el sótano de su hotel. Las puertas del hotel fueron derribadas por las explosiones. Según ella, en las casas vecinas las ventanas volaron por la onda expansiva.