La Agencia Espacial del Reino Unido respalda un plan de la empresa británica de fabricación de automóviles y motores Rolls-Royce para construir un reactor nuclear para la Luna.
El programa recibirá fondos por valor de 2,9 millones de libras de la Agencia Espacial del Reino Unido, lo que supone un importante aumento respecto al estudio de 249.000 libras financiado por la agencia en 2022.
Se espera que Rolls-Royce tenga listo el reactor para enviarlo a la Luna en 2029.
¿Reactores nucleares en la Luna? ¿Por qué?
La idea de fabricar una fuente de energía nuclear para la Luna no es nada descabellada.
Naciones de todo el mundo, encabezadas por las misiones Artemis de la NASA, pretenden devolver a la humanidad a la Luna para una estancia más prolongada que las escasas y breves visitas durante las misiones Apolo a finales de los años sesenta y setenta.
Ya se han dado los primeros pasos para ello: la misión Artemis I de la NASA ha regresado con éxito de un viaje alrededor de la Luna y la misión Artemis III se dispone a poner botas humanas en la superficie lunar por primera vez en décadas.
Esto es sólo el principio de lo que se espera que sea una presencia humana a más largo plazo en la Luna, que incluiría seres humanos viviendo y trabajando en la superficie lunar. Esto tiene el potencial de transformar enormemente el progreso humano, ya que algunos se han referido al espacio como el “laboratorio definitivo”.
Para ello es necesario fabricar de antemano una serie de equipos necesarios, como hábitats lunares, vehículos, fuentes de alimentos, sistemas de comunicaciones, etc. Pero para que todo ello funcione, también necesitamos una fuente de energía.
¿Por qué la energía nuclear?
Para empezar, es más ligera. Otros sistemas de energía requieren equipos más grandes y pesados. Pero un microrreactor nuclear es más pequeño, más ligero y no necesitaría más que algunos factores ambientales como la luz solar para funcionar con seguridad.
No sólo eso, sino que, siempre que nada falle, la energía nuclear es muy limpia y segura. Esto podría tener importantes implicaciones para su uso futuro en otros sectores, como los viajes espaciales comerciales.
Pero sigue siendo complejo, y se necesita mucha investigación y trabajo para poner en marcha este proyecto. En concreto, las tres características clave del reactor: El combustible para producir calor, la forma de transferir el calor y la tecnología para convertir el calor en energía.
Pero Rolls-Royce es sólo una de las empresas que cuentan con el apoyo de la Agencia Espacial Británica para desarrollar la tecnología necesaria para la futura ocupación humana de la Luna.
La Agencia Espacial británica ha anunciado que destinará 51 millones de libras a financiar tecnologías que se ajusten al plan de la Agencia Espacial Europea (ESA) de colocar satélites en órbita alrededor de la Luna para facilitar las comunicaciones y la navegación.
“El nuevo tramo de financiación de la Agencia Espacial Británica significa mucho para el programa de microrreactores de Rolls-Royce”, declaró Abi Clayton, directora de futuros programas de Rolls-Royce.
“Estamos orgullosos de trabajar en colaboración con la Agencia Espacial Británica y las numerosas instituciones académicas del Reino Unido para mostrar lo mejor de la innovación y los conocimientos británicos en el espacio. Esta financiación nos permitirá seguir avanzando para hacer realidad el microrreactor, una tecnología que aportará inmensos beneficios tanto al espacio como a la Tierra. La tecnología ofrecerá la capacidad de apoyar casos de uso comercial y de defensa, además de proporcionar una solución para descarbonizar la industria y suministrar energía limpia, segura y fiable”.
“Estamos apoyando la tecnología y las capacidades necesarias para respaldar ambiciosas misiones de exploración espacial e impulsar el crecimiento del sector en todo el Reino Unido”, declaró el Dr. Paul Bate, director de la Agencia Espacial Británica.
“El desarrollo de la energía nuclear espacial ofrece una oportunidad única de respaldar tecnologías innovadoras y ampliar nuestra base de conocimientos en ingeniería nuclear, científica y espacial. Esta innovadora investigación de Rolls-Royce podría sentar las bases de una presencia humana continuada en la Luna, al tiempo que potenciaría el sector espacial británico en general, crearía empleo y generaría nuevas inversiones”.