El presidente de Siria, Bashar Assad, visitó Irán y se reunió con funcionarios allí, en un raro viaje al extranjero en el que agradeció a la República Islámica por su apoyo durante el conflicto de su país, dijeron el lunes las agencias oficiales de noticias en Siria e Irán.
Assad se reunió con el líder supremo ayatolá Ali Khamenei y el presidente Hassan Rouhani en el viaje, la primera vez que viajó a otro lugar que no sea Rusia desde que estalló la guerra civil siria hace casi ocho años.
Teherán le ha dado al gobierno sirio miles de millones de dólares en ayuda desde que comenzó el conflicto, y envió a combatientes respaldados por Irán a luchar junto a sus fuerzas, una asistencia que ha ayudado a cambiar el rumbo a favor del dictador Assad.
La televisión estatal siria dijo que Assad “agradeció al liderazgo y al pueblo de la República Islámica por lo que le han dado a Siria durante la guerra”. La oficina de Assad dijo que “ambas partes expresaron su satisfacción con los niveles estratégicos alcanzados entre los dos países en todos los campos”.
Khamenei le dijo a Assad que “Irán considera ayudar al gobierno y la nación de Siria a ayudar al movimiento de resistencia y está orgulloso de ello desde el fondo de su corazón”, dijo su sitio web.
“La creación de las fuerzas de seguridad que los estadounidenses buscan crear en Siria es un ejemplo de estas conspiraciones peligrosas que deben ser denunciadas y resistidas”, agregó Khamenei.
Los medios sirios e iraníes publicaron fotos que muestran a Assad, en un traje oscuro, en un abrazo con Khamenei y estrechándole la mano a Rouhani, ambos sonriendo.
“La República Islámica de Irán, como antes, estará junto al pueblo y el gobierno de Siria”, dijo Rouhani en el sitio web oficial del gobierno de Irán.
Assad solo se aventuró fuera de su nación devastada por la guerra dos veces desde que comenzó el conflicto, ambas veces a Rusia.
Las protestas provocaron una dura respuesta de las fuerzas de seguridad sirias, lo que llevó al surgimiento de una insurgencia. La guerra resultante ha matado a unas 450,000 personas y ha expulsado a millones de sus hogares.
La visita a Irán se produce un día antes de un viaje del primer ministro Benjamin Netanyahu a Rusia para que las conversaciones se centren en el papel de Irán en Siria.