DAMASCO – El dictador de Siria, Bashar Assad, visitó el viernes el antiguo bastión rebelde de Alepo, incluida su histórica ciudad vieja, por primera vez desde que estalló la guerra hace 11 años.
La visita a la segunda ciudad de Siria y antes capital económica es muy simbólica, ya que la victoria de Assad en 2016 allí -con el apoyo militar crucial de Rusia- fue un punto de inflexión en la guerra.
Assad y su esposa “visitaron la histórica mezquita Ummayad de Alepo”, dijo la presidencia siria en la aplicación de mensajería Telegram.
También “caminaron por los zocos de la Ciudad Vieja, que estaban abiertos con motivo del Eid al-Adha”, añadió, en referencia a la fiesta musulmana que comienza el sábado.
Ambos lugares habían sufrido daños masivos en los combates.
Antes de la guerra, la ciudad norteña -considerada una de las más antiguas del mundo habitada de forma continua- contaba con mercados, mezquitas, caravasares y baños públicos, pero un brutal asedio de los rebeldes la dejó desfigurada.
Los combates dañaron hasta el 60% de la Ciudad Vieja de Alepo, según estimaciones de la agencia cultural de la ONU, la UNESCO.
La provincia de Alepo también fue escenario de feroces combates entre las fuerzas gubernamentales, los rebeldes y los yihadistas del grupo Estado Islámico desde 2012 hasta que las fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia los expulsaron gradualmente.
A primera hora del viernes, Assad visitó una importante central eléctrica en la zona oriental de la provincia para supervisar su relanzamiento parcial tras los daños causados por la guerra.
Assad también estuvo presente en la reactivación de una estación de bombeo de agua, según declaraciones de la presidencia siria en Telegram.
Las redes eléctricas y otras infraestructuras de todo el país fueron devastadas por la guerra, que se calcula que ha matado a casi medio millón de personas y ha desplazado a millones.
El gobierno sirio no tiene autoridad sobre toda la provincia de Alepo, ya que las zonas situadas en la frontera con Turquía siguen estando controladas por grupos respaldados por Ankara y por las Fuerzas Democráticas Sirias kurdas.
La parte recientemente rehabilitada de la central eléctrica, una de las mayores del país, generará 200 megavatios de electricidad para la provincia, dijo la presidencia.
En 2021, la compañía eléctrica estatal de Alepo anunció que la central eléctrica sería rehabilitada con el apoyo de Irán, otro aliado de Assad.
Teherán firmó varios acuerdos con Damasco en 2017 para mejorar la producción y distribución de electricidad en la Siria devastada por la guerra.
Los acuerdos incluían la rehabilitación de la central eléctrica de Alepo, la construcción de una central eléctrica en Latakia, así como trabajos de reparación y mantenimiento en otras regiones.