Al menos 17 miembros del Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán murieron en un ataque estadounidense contra objetivos de la milicia chiíta en Siria durante la noche del jueves, informó el viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Estados Unidos atacó objetivos proiraníes dentro de Siria el jueves por la noche, en respuesta a un ataque con misiles de la milicia chiíta contra la embajada estadounidense en la Zona Verde de Bagdad.
Los ataques estadounidenses fueron los primeros de este tipo realizados por Washington desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo en enero.
Entre los objetivos de los ataques estadounidenses se encontraba un paso fronterizo especial construido por la Guardia Revolucionaria de Irán cerca del paso fronterizo de Al Qaim, adyacente a la localidad de Al Bukamal, en el este de Siria. Las milicias proiraníes han utilizado el paso fronterizo para transferir equipos, fuerzas y armas desde su territorio en Irak a Siria. Según numerosos informes, el paso fronterizo también servía a la base militar Imam Ali, adyacente a la Guardia Revolucionaria.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó de que tres camiones que transportaban municiones fueron eliminados en el ataque.
“Hubo grandes pérdidas en el ataque. Al menos 17 combatientes murieron”, dijo Rami Abdul Rahman a la Agence France-Presse, el viernes.
El secretario de prensa del Pentágono, John F. Kirby, dijo a los periodistas que el ataque se llevó a cabo “por orden del presidente Joe Biden”. Dijo que los ataques no se llevaron a cabo solo en respuesta a los ataques anteriores de las milicias chiítas, sino “para proteger al personal estadounidense y de la coalición” en Irak y Siria en el futuro.
Todavía no se ha informado de que haya habido víctimas. Mientras que los medios de comunicación alineados con el régimen sirio no informaron del ataque, algunos medios alineados con los combatientes rebeldes del país sí lo hicieron y citaron a funcionarios estadounidenses en sus informaciones.
Tras señalar que había recomendado a Biden que ordenara el ataque en respuesta al ataque del 15 de febrero contra objetivos estadounidenses en Irak, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, dijo: “Estamos seguros del objetivo que perseguimos, sabemos lo que hemos alcanzado. Estamos seguros de que el objetivo estaba siendo utilizado por la misma milicia chiíta que realizó los ataques”.
A principios de esta semana, los medios de comunicación alineados con las fuerzas de la oposición en Siria informaron de que la Guardia Revolucionaria había trasladado lanzacohetes a través del paso fronterizo sirio y los había estacionado en la base de Imam Ali. También se informó de que se había transferido un gran cargamento de armas a las milicias proiraníes activas en la zona, la principal de las cuales es Kata’ib Hezbolá en Irak.
Hace dos semanas, un contratista murió y varios soldados estadounidenses resultaron heridos cuando se dispararon misiles contra una base aérea estadounidense en el aeropuerto nacional de Erbil, en la región del Kurdistán iraquí. Aunque ninguna organización reivindicó la autoría del ataque, los funcionarios estadounidenses creen que lo llevaron a cabo las milicias chiíes del país.