Los ataques aéreos del régimen mataron a 12 civiles, entre ellos cuatro en un mercado el domingo en un bastión jihadista en el noroeste de Siria, dijo un monitor de guerra.
Entre los muertos en el mercado de la ciudad de Maaret al-Numan, en la provincia de Idlib, se encontraba una niña, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Otros ocho civiles fueron asesinados en otros lugares por el fuego del gobierno en Idlib, un bastión del ex afiliado sirio de Al-Qaeda Hayat Tahrir al-Sham, dijo el monitor con sede en Gran Bretaña.
Se supone que Idlib está protegido de una ofensiva masiva del gobierno por un acuerdo sobre la zona de amortiguación de septiembre, pero el bastión jihadista ha sido bombardeado cada vez más por el régimen y su aliado ruso desde finales de abril.
Un reportero de la AFP en Maaret al-Numan vio a un joven cargar el cuerpo arqueado de lo que parecía ser una niña sobre escombros grises después del ataque aéreo.
Otro hombre recuperó a una joven angustiada, cubierta de polvo, colgada sobre su hombro.
El testigo Hamdu Mustafa dijo que estaba de compras cuando se produjo el ataque aéreo.
Todo el mundo estaba “en la calle vendiendo y comprando”, dijo a AFP.
“Los aviones apuntaban a civiles que compraban alimentos para sus hijos”, dijo.
Cerca, los trabajadores de rescate conocidos como los Cascos Blancos dirigieron una excavadora para limpiar los escombros.
En los últimos días, los combates se han extendido por el sur del bastión.
El domingo, las fuerzas del régimen retomaron el control de la ciudad de Kafr Nabuda en el norte de la provincia de Hama, dijo el Observatorio y la agencia estatal de noticias SANA.
El HTS y los rebeldes aliados invadieron parte de la ciudad en los últimos días, después de que el régimen los expulsara por primera vez el 8 de mayo.
Las Naciones Unidas han advertido que una ofensiva total en la región de Idlib conduciría a una catástrofe humanitaria para sus casi tres millones de habitantes.
El Observatorio dice que más de 230 civiles han muerto en el pico de violencia desde finales de abril.
Más de 200.000 civiles ya han sido desplazados por este recrudecimiento de la violencia, han dicho las Naciones Unidas.
Un total de 20 centros de salud se han visto afectados por la escalada, 19 de los cuales permanecen fuera de servicio, según la ONU.