Rusia presentó una propuesta fallida para dejar una frontera abierta para proporcionar ayuda humanitaria de la ONU a Siria a través de Turquía, mientras que obligó al resto a pasar por Damasco. El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó la resolución, con el Reino Unido, EE.UU., Francia, Bélgica, Alemania en contra de los rusos y China. Esto fue en represalia por el veto de Rusia y China sobre una propuesta de los Estados occidentales para mantener abiertos más cruces.
En el centro de la cuestión está el hecho de que un tercio de Siria no está controlado por Damasco y necesita ayuda humanitaria. El régimen apoyado por Rusia en Damasco quiere controlar la ayuda y Rusia argumenta que la parte del norte de Siria ocupada por los turcos y el papel de EE.UU. en el este de Siria es básicamente una apropiación ilegal de tierras en el territorio de Siria. Hasta ahora los Estados Unidos han traicionado en gran medida a sus propios socios en el este de Siria, la zona parcialmente kurda, permitiendo a la ONU cortar la ayuda a esas zonas mientras que los EE.UU. ruega trabajar con Turquía para tener dos cruces abiertos a Idlib y Afrin ocupados por los turcos. Los grupos de derechos humanos creen que la actual discusión es vergonzosa. Muchos, desde Amnistía Internacional hasta el Consejo Noruego de Refugiados, han condenado a las grandes potencias por cerrar el cruce al este de Siria.
Rusia parece tener a Vietnam y Sudáfrica de su lado con China en contra de los países occidentales. Indonesia, Túnez y otros se han abstenido. Las resoluciones del 7 y 8 de julio, vetadas por una u otra parte, dejan a los países a pocos días del 11 de julio para llegar a un acuerdo. Rusia parece tener todas las cartas en la mano y puede simplemente dejar que el tema expire. Rusia dice que quiere reducir la asistencia transfronteriza a Siria, y que Damasco coordine la ayuda humanitaria. Durante años la ONU y otros grupos se han permitido básicamente formar parte de la forma en que Damasco ha llevado el conflicto en Siria. Por ejemplo, enviaron ayuda por aire a Deir Ezzor cuando el régimen lo dirigía, pero nunca enviaron ayuda por aire a la gente del campamento de Rukban en Tanf o al este de Siria cuando estaba sitiado. Ahora las grandes potencias regionales decidirán el destino de millones de personas en Siria discutiendo en la ONU.
Países como Estados Unidos, que juega un papel clave en el este de Siria entrenando a las Fuerzas Democráticas Sirias para luchar contra el ISIS, podrían ayudar a entregar más ayuda, pero parece que Washington tiene poco interés en este aspecto de la estabilización.