Una red con sede en Damasco informó de nuevos detalles sobre los ataques del 31 de agosto atribuidos a Israel contra depósitos de armas iraníes cerca del aeropuerto internacional de Damasco.
Según una fuente de seguridad, la primera incursión que tuvo como objetivo el almacén del aeropuerto se produjo tras la llegada de un cargamento de armas iraníes. El almacén, controlado por la Fuerza Quds iraní, fue destruido casi por completo, y las bajas fueron mucho más altas de lo que informó la agencia de noticias estatal siria SANA.
Nueve personas murieron, entre ellas siete iraníes, que fueron sacadas de debajo de los escombros por soldados sirios acompañados por patrullas de la Guardia Revolucionaria iraní, que llegaron al lugar inmediatamente después del ataque para retirar los escombros y el equipo de transporte.
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Los oficiales trabajaron durante 8 horas para retirar los escombros y, según la fuente, extraer “partes, posiblemente electrónicas, de misiles de largo alcance”, que se distribuyeron en 10 pequeñas cajas y se transportaron a un lugar desconocido en jeeps de la Guardia Revolucionaria.
Una fuente del interior del hotel del aeropuerto, en el que se pone en cuarentena a los que llegan de fuera del país y que no han hecho la prueba de PCR, dijo que llegaron a la administración órdenes de evacuar una semana antes de los ataques como “medida de seguridad”.
El hotel fue efectivamente dañado por el bombardeo, y parte de él fue demolido. La evacuación coincidió con la llegada de uno de los cargamentos que estaban almacenados en el aeropuerto, que fue considerado como “sensible”, en base al refuerzo de la seguridad con su llegada.
En febrero pasado, aviones de combate presuntamente israelíes habían destruido parte del almacén, sin embargo, las milicias iraníes habían restaurado partes del mismo y lo habían reutilizado como almacén para almacenar misiles de largo alcance.
La red dijo que el segundo ataque aéreo tuvo como objetivo la base militar de al-Hejana, matando a más de 17 soldados del régimen y elementos del CGRI, entre ellos un coronel, un teniente coronel y varios reclutas sirios e iraníes. Estos últimos fueron transportados el 2 de septiembre a Teherán en un avión Ilyushin que pertenece a una aerolínea siria, según la fuente.
La presencia de la milicia en la base, que anteriormente era un centro de entrenamiento para miembros de la Jihad Islámica y de Hamás, ha aumentado, utilizando los almacenes para almacenar su arsenal.